El estreñimiento en niños es un problema de consulta muy habitual en la farmacia y no es raro tener que visitar al pediatra en busca de soluciones.
A partir de los dos años los niños viven momentos de cambios, además esta época coincide con la retirada del pañal. Esto puede provocar que el niño esté estreñido. Sin olvidar que dieta y estreñimiento van siempre de la mano.
A continuación te explicamos las medidas que tienes que adoptar para recuperar rápidamente el hábito intestinal regular y evitar complicaciones. Te contamos qué alimentos tienen relación con el estreñimiento y te damos algunos remedios naturales para el estreñimiento infantil.
Cuándo un niño está estreñido
Se considera que un niño o un lactante sufre estreñimiento cuando disminuye la frecuencia de sus deposiciones, de manera que realiza menos de tres deposiciones a la semana.
Fíjate también en si el niño realiza deposiciones de manera dolorosa o con más esfuerzo de lo habitual, aunque vaya al baño cada día.
Qué provoca el estreñimiento infantil
Las causas del estreñimiento son diversas. Normalmente empieza simplemente por un cambio en la alimentación, por una dieta inadecuada escasa en verduras.
A veces la causa se debe a un cambio de hábitos, un ejemplo muy claro es el momento de la retirada del pañal o bien la aparición de una leve enfermedad que modifica rutinas y horarios.
También es cierto que en algunas ocasiones la causa de que un niño esté estreñido se encuentra en problemas emocionales derivados de cambios en el entorno familiar (celos por un nuevo hermanito, la separación de los padres, el fallecimiento de un familiar cercano,...)
No hay que olvidar que si en algún momento el niño siente dolor durante la defecación, es posible que en las siguientes ocasiones quiera aguantarse y evitar la eliminación de heces porque piensa que le dolerá. Ésta es una conducta muy frecuente en niños mayores de dos años y que también contribuye a provocar estreñimiento.
Remedios para el estreñimiento en niños
Si el estreñimiento es algo puntual fruto de la dieta, sencillamente con cambiar pequeños hábitos y aumentar las frutas y verduras vamos a poder solucionarlo. También es importante no olvidarse de beber agua.
En el caso de los bebés hay que ponerles boca arriba, con las piernas flexionadas hacia arriba. En esta posición pueden realizarse masajes en la barriga para estimular la defecación o incluso la eliminación de gases (aquí te damos algunos remedios para tratar los cólicos del lactante).
A veces no hay más remedio que utilizar alguna ayudita extra, por ejemplo los supositorios de glicerina. Son útiles pero ten en cuenta que no se puede abusar de ellos. Están recomendados solo en casos puntuales ya que el niño podría acostumbrarse a defecar únicamente con este tipo de estímulos.
Si el pediatra lo considera oportuno bebés y niños pueden tomar también algún laxante infantil por vía oral, para ayudar a es estimular las ganas de defecar del niño y ablandar las heces.
Es posible que deba repetirse el tratamiento durante un tiempo hasta que el niño adquiera una función intestinal normal.
También es conveniente tratar las inflamaciones del ano o fisuras que puedan existir para evitar que el niño sienta dolor al defecar y quiera posponer este momento.
Cómo se puede prevenir
Si observas que normalmente el niño realiza pocas deposiciones o lo hace de manera dolorosa, lo primero es modificar la dieta. Plantéate si es una dieta inadecuada, si contiene suficiente fruta y verdura y cereales integrales. La fibra es indispensable para el buen funcionamiento del intestino. Por otro lado, reduce al mínimo los alimentos astringentes como el arroz, los plátanos o el pan tostado.
A parte de introducir alimentos para el estreñimiento, hay otras cosas que puedes hacer para favorecer un hábito intestinal regular, por ejemplo, poner al niño en el orinal o el inodoro cada día a la misma hora, especialmente después de las comidas. Para facilitar la presión es mejor que el niño tenga los pies apoyados en el suelo o en un taburete.
En el momento que el niño intente realizar una deposición, se deben evitar las prisas y las distracciones, animarle cuando lo consiga y no le des más importancia cuando no pueda.
Para aliviar el estreñimiento está claro que es importante la prevención, pero también lo es abordar el problema lo antes posible y aplicar los remedios necesarios para evitar situaciones que a la larga pueden ser más difíciles de resolver.
¿Tu hijo tiene problemas de estreñimiento? Cuéntanos qué haces para aliviarle
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