¿Cuál crees que es uno de los productos para bebés que más se venden en invierno en las farmacias? Pues uno de los top ten de ventas es el suero fisiológico o el agua de mar estéril que se utiliza para eliminar los moquitos de la nariz de un bebé.
La verdad es que hacerlo es relativamente sencillo, no requiere de mucha complicación. La paradoja es que eso no quiere decir que todo el mundo lo haga bien.
Hay que escoger el momento, el lugar, la posición del bebé… Y en cuanto lo hagas habrás despejado las fosas nasales de tu bebé y conseguirás que coma y duerma mucho mejor.
Aquí te dejamos uno de nuestros videos en el que justamente te explicamos paso a paso de forma detallada qué podemos hacer cuando la congestión y los moquitos no dejan respirar a tu bebé. Si ahora no puedes ver el video, puedes seguir leyendo y te lo contamos.
La importancia de la higiene nasal del bebé
Si tu bebé está resfriado seguramente le cuesta respirar, comer o incluso dormir porque tiene la naricita llena de mucosidad.
Qué fácil sería si los bebés supieran sonarse. Mientras no aprendan a hacerlo tenemos que ayudarles a eliminar toda esta mucosidad, principalmente para aliviar las molestias, pero también para prevenir complicaciones derivadas, como las otitis.
Cómo hacerlo
Cuando nos disponemos a llevar a cabo una buena higiene nasal hay algo indispensable que no nos debe faltar, el suero fisiológico o agua de mar estéril. Lo encontrarás dosificado en unidades monodosis, en botellas estériles de donde se extrae con una jeringa o también en envases estériles que disponen de un aplicador nasal.
Todos son válidos por igual, es cuestión de probar y quedarte con el que te resulte más cómodo.
Igual de importante que el suero es cómo colocas al bebé en el momento de aplicarlo. Si no lo haces bien, el líquido no entrará correctamente o no arrastrará toda la mucosidad.
- -Primero coloca al bebé estirado sobre el cambiador y ponlo de lado.
- -Introduce el suero por el orificio nasal que quede más arriba. El líquido entrará por un orificio y saldrá por el otro.
- -Espera unos segundos, incorporando al bebé ligeramente.
- -Después recuéstalo del lado opuesto y realiza la misma acción por el otro orificio nasal.
- -Por último incorpórale más o menos sentado para que termine de expulsar la mucosidad. Lo mejor es que el bebé tosa o estornude porque eso haría que termine de eliminarla.
Este es el procedimiento más habitual, lo que suele funcionar mejor. A veces con la solución fisiológica la nariz del bebé no queda del todo despejada. En estos casos, y siempre después de aplicar el suero, podrías ayudarte con una perilla o un aspirador nasal.
La punta del aspirador se introduce en la nariz del bebé y poco a poco suavemente se aspira por el otro extremo. Las secreciones nasales quedan retenidas en la punta, que es desechable, de un solo uso. Cuando termines tienes que tirar esta punta y utilizar un recambio nuevo la próxima vez.
En el caso de las perillas no es necesario aspirar, no son desechables por lo que hay lavarlas después de cada uso.
La aspiración sirve para eliminar la mucosidad que puedes ver, la que queda en la nariz. No hay que abusar ni aspirar en exceso porque puede irritar la mucosa. Esto es algo que tienes que tener presente. Hazlo sólo cuando realmente sea necesario, una o máximo 2 veces en un día y con suavidad, nunca sin haber aplicado primero el suero.
Cuándo hacerlo
Lo que más le cuesta a un bebé cuando está congestionado es comer y dormir. Por eso un buen momento para hacerlo es después del baño, porque le aliviarás para que pueda cenar y descansar después.
Otra ventaja es que le baño hidrata la mucosa nasal, además el bebé suele relajarse y estará mucho más tranquilo y receptivo.
Ya te hemos contado cómo y cuándo hacerlo y ¿verdad que no parece complicado? Aunque es sencillo como todo requiere cierta práctica.
¿Nos cuentas los truquitos que utilizas para la higiene nasal de tu bebé?