No es que un buen desayuno sea importante… ¡es que es fundamental! Hay que partir de la base de que el desayuno es la comida más importante del día, sin duda. Desayunar o no desayunar puede marcar la diferencia ente un buen día o un día nefasto.
Tomarse unos minutos por la mañana para comer bien antes de salir de casa te dará la energía necesaria para emprender el día, mejorar tu rendimiento físico e intelectual y aguantar en perfectas condiciones hasta la hora de comer.
Porqué es tan importante el desayuno
La gran mayoría salimos de casa sin apenas haber comido nada. Lo normal es beber un zumo o un vaso de leche y poca cosa más. O aún peor, salimos en ayunas hasta llegar al bar para tomar un café. Y luego, a media mañana con un hambre atroz paramos para tomarnos el bocadillo.
Lo que queremos explicarte es que este ritmo es una mala costumbre. Necesitamos energía para activarnos, para rendir al máximo durante las primeras horas de la mañana.
Si saltas el desayuno te sentirás más cansado, desmotivado o con dificultad para concentrarte.
Después de las 8 horas de ayuno de la noche, necesitas recuperar fuerzas para afrontar las actividades de la jornada. Tienes que rendir en el trabajo y los niños tienen que estar atentos y concentrados en la escuela. El desayuno nos aporta un gran porcentaje de la energía que necesitamos para pasar el día.
Las típicas excusas para no desayunar bien
Queremos desmontar las típicas excusas que se utilizan para no tomar un buen desayuno antes de salir por la mañana, para que tú puedas hacer lo mismo con los tuyos ;)
No tengo tiempo para desayunar
Con levantarse 5 o 10 minutos antes es suficiente, estamos de acuerdo en que por las mañanas rascarle 5 minutos al despertador cuesta un poco, pero ¿qué son estos minutitos comparados con el placer de empezar el día más motivado y de mejor humor?
Compruébalo, verás como no tardas tanto en desayunar. Si quieres ganar más tiempo, también tienes la opción dejarlo todo preparado la noche anterior.
Por la mañana no tengo hambre
Si tu horario te lo permite, intenta cenar más pronto para que puedas acostarte al cabo de dos horas, una vez hayas hecho la digestión.
Apuesta por las cenas ligeras, recuerda que por la noche no necesitas tomar platos calóricos ya que no vas a gastar energía. Opta por platos ligeros como verduras, ensaladas, pescado… y deja los platos más contundentes como la pasta o el arroz para las comidas.
Desayunar me engorda
Pues precisamente se ha demostrado que las personas que desayunan en casa antes de salir mantienen mejor su peso e incluso adelgazan. Por el contrario las que salen en ayunas tienden a ganar más peso. Qué, ¿no te lo crees?
Cuando te saltas comidas, la respuesta de tu cuerpo es el ahorro: el metabolismo se ralentiza y se quema menos. Pero si en cambio comes poco y más a menudo el metabolismo se mantendrá activo.
Si desayunas bien y a media mañana comes una pieza de fruta o otro tentempié, tendrás menos hambre a la hora de comer, con lo que podrás reducir las calorías ingeridas al mediodía.
Si en cambio, ayunas por la mañana, vas a llegar a la comida con un hambre feroz y te vas a comer todo lo que se te ponga por delante.
Me cansa desayunar siempre lo mismo
Será porque no has leído el post donde te damos 6 ideas para un desayuno diferente y sano.
Tienes infinidad de opciones, no te limites al vaso de leche con cereales o con galletas. Intenta eliminar este tipo de alimentos del desayuno porque llevan demasiado azúcar y harán que tengas hambre enseguida.
Come pan o cereales (mejor si son integrales, te saciarán mucho más), yogures, queso, fruta entera, a trozos o recién exprimida, algún día mermeladas o bollos caseros….
Y aprovecha estas mañas para comer la fruta que te cuesta comer después de comer o cenar. Ya sabes que hay que llegar a las 5 raciones de frutas y verduras diarias.
Si te cuesta, empieza poco a poco
Somos conscientes de que desayunar de esta forma si no tienes costumbre de hacerlo puede costar. Pero como muchas cosas, desayunar es un hábito que puede adquirirse, por tu bien y por el bien de tus hijos, desayunar en familia será el mejor ejemplo.
Si te cuesta empieza poco a poco. Durante unos días tómate lo que más te apetezca, uans galletas, un zumo, ... y luego incorpora poco a poco otros alimentos hasta que ya no te cueste hacerlo.
Verás que cuando te acostumbres no podrás salir de casa sin comer, hasta emprenderás el día con mejor ánimo. ¡Pruébalo y nos cuentas qué tal!
