Si conoces los beneficios de la dieta mediterránea sabrás que las frutas y verduras suponen uno de sus pilares fundamentales y no pueden faltar en nuestro menú diario. Ya sabemos que es básico comer “de todo” y de forma equilibrada .
Pero, ¿debemos comprar verduras frescas o verduras congeladas?
¿Fresca es mejor o podemos obtener los mismos nutrientes comprando la comida congelada?
© Frédéric Prochasson - Fotolia.com
¿Frescas o congeladas?
En general, esaconsejable comer alimentos frescos y de temporada. Es la forma en la que se conservan mejor la mayoría de sus propiedades.
Pero eso implica disponer de tiempo para hacer la compra a menudo, para limpiar y preparar las verduras y organizar los menús de manera que no tengamos que desechar alimentos porque se han estropeado.
Si has probado alguna vez congelar verduras en el congelador de casa, habrás comprobado que no puede hacerse, no quedan bien.
Para que las verduras conserven todas sus cualidades, el proceso de congelación que hay que realizar es distinto y requiere unas condiciones especiales. Es lo que llamamos ultracongelación y se realiza a nivel industrial.
En primer lugar, después de recolectar, lavar y trocear las verduras, se sumergen en agua muy caliente durante el tiempo que cada tipo de verdura requiere, es lo que llamamos escaldado y sirve para evitar el deterioro del alimento.
Después, el siguiente paso es congelar el alimento en el menor tiempo posible, generalmente con aire frío a -30°C.
Generalmente el proceso de congelación de las verduras se realiza con rapidez, en la mayoría de los casos cuando han pasado escasas horas desde su recolección, con lo que el aporte nutricional de algunas verduras congeladas puede ser incluso mejor que el de verduras frescas que lleven un tiempo en el mercado, ya que durante el almacenamiento y la distribución, las verduras frescas también pierden vitaminas.
Verduras congeladas sí, pero…
Si queremos beneficiarnos de todas las propiedades de este tipo de verduras debemos tomar una serie de medidas:
-No romper la cadena de frío, es decir, a nuestro congelador, las verduras, deben llegar congeladas.
-Una vez descongeladas y cocidas no se pueden volver a congelar.
-Consumirlas dentro de la fecha de consumo preferente marcada por el fabricante.
-Para mantener al máximo sus propiedades cocerlas en agua hirviendo, directamente, sin descongelar.
Son muchos sus beneficios
Con el consumo habitual de verduras conseguimos un buen aporte de fibra, que nos ayuda a evitar el estreñimiento y reduce la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
Las verduras también son una fuente de agua, carbohidratos, vitamina A, vitamina C y algunas vitaminas del grupo B, entre las que encontramos el ácido fólico.
El calcio, el fósforo, el magnesio o el hierro son algunos de los minerales que también aportan.
Para mantener un buen estado de salud y evitar enfermedades son necesarias 3 raciones de verdura todos los días. Recuerda que en la variedad está el gusto y en este caso las vitaminas y minerales, hay que variar el tipo de verdura que incluimos en nuestro menú.
La verdura es mucho más que judía verde y patata cocida, existen muchos de platos en los que podemos incluirlas y muchísimas formas de cocinarlas. En tortillas, en multitud de guisos, en purés y cremas, guarniciones de verduras al vapor e incluso puedes incluirlas cuando prepares pizzas o pasta.
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