Hoy en #HistoriasQueAyudan nos parece interesante recuperar un par de experiencias que han compartido dos de nuestros usuarios on-line.
Gustavo y Magdalena quisieron transmitirnos su historia, en ambos el dolor de cabeza fue lo que les alertó de un problema de tensión alta o hipertensión. Afortunadamente, en los dos casos la situación se resolvió con final feliz.
En su caso lo que les puso en alerta fue una señal, el dolor de cabeza. Pero desgraciadamente esto no es lo que ocurre siempre, en muchos casos la hipertensión llega sin avisar y sin mostrar síntomas aparentes.
La experiencia de Magdalena
“Llevaba unos días encontrándome mal, sentía un fuerte dolor de cabeza, un cansancio enorme y malestar en todo el cuerpo. El dolor de cabeza no era como el que tenía a veces, me afectaba en la parte superior y posterior del cráneo. Durante tres días tomé un analgésico pero al ver que no remitía decidí tomarme la tensión y descubrí que la tenía a 170-110, en el centro de salud lo confirmaron, tenía la tensión alta, hipertensión. En principio creían que era causa del estrés o nervios, aunque yo no me sentía especialmente nerviosa, me administraron un sedante pero la tensión no bajó, al final me dieron un antihipertensivo y parecía estar controlada. Pero a los dos días empecé a sentirme igual y volví al centro de salud, descubrieron que cuando me tumbaba me bajaba la tensión y al sentarme me volvía a subir. No la podían controlar, al final pasé una noche en el hospital y me aconsejaron estar 15 días en reposo y me recetaron un antihipertensivo que debería tomar mañana y noche, al final controlamos mi tensión, a día de hoy sigo con las pastillas. Después de mi experiencia, aconsejo a todo el mundo tomarse la tensión, yo también creía que la tenía bien...”
La experiencia de Gustavo
“Hace un par de años que no puedo bajar los 15 o 20 kilos que tengo de más, y la semana pasada mi salud me ha dado un llamado de atención importante: terminé en la guardia de un hospital, porque se me partía la cabeza del dolor... y acudí a urgencias, donde me tomaron la tensión y el resultado fue: 19/13, lo que provocó que me tuvieran hasta la noche inyectándome nolotil por vía intravenosa y algunos medicamentos más. Luego me vio el médico y me dijo que como no pierda unos cuantos kilos, mi tensión no podrá bajar nunca a niveles normales (ni medicado como lo estoy). Pues, con los tiempos que corren, a veces tenemos la cabezas en mil cosas, pero como decían nuestros padres: Lo primero es la salud!!!!”
Por qué la hipertensión es un problema
Si alguna vez te has tomado la tensión, sabrás que como resultado se obtienen dos valores: la máxima y la mínima. Para tener la tensión controlada, la máxima siempre debe estar por debajo de los 140mmHg y la mínima por debajo de los 90mmHg.
Si el resultado sobrepasa estas cifras, es que la sangre al circular ejerce demasiada presión sobre tus vasos sanguíneos, por eso decimos que tienes la tensión alta.
Cuando se mantiene durante mucho tiempo este “exceso de presión”, es decir, si tienes hipertensión de forma continuada en el tiempo, tu sistema circulatorio se verá afectado y puedes acabar sufriendo daños a nivel cardiovascular, cerebral o renal.
Nuestra recomendación
La solución pasa por mantener la presión a raya. Si te has fijado nuestros protagonistas comentan que tuvieron que medicarse y así siguen haciéndolo.
Pero es cierto que hay una serie de medidas que puedes tomar antes de que tu médico considere la opción de recetarte un tratamiento farmacológico.
No olvides que, aunque te encuentres perfectamente, puede ser que tengas la tensión alta. Por eso, de forma habitual, deberías llevar un control de tu tensión arterial, bien en la farmacia o bien en casa con la ayuda de un tensiómetro, especialmente si:
- Tienes antecedentes de hipertensión en la familia.
- Sufres obesidad o sobrepeso
- Si el ejercicio no va contigo
- Fumas o consumes alcohol frecuentemente
- Te afecta demasiado el estrés.
Si llevas un buen control de tu tensión arterial y los niveles son normales tienes que mantenerlos así.
Para hacerlo sigue una dieta sana y equilibrada y controla la ingesta de sal (dicen las malas lenguas que consumimos el doble de sal de la que deberíamos).
Pero eso no es todo, para mantenerte sano no te olvides de los 5 puntos que te acabamos de citar: no fumes, muévete, controla tu peso, controla el consumo de alcohol y sobre todo… cuídate mucho ;)
Si eres hipertenso y ya estás tomando medicación para regular tu tensión arterial, es importante que sigas todas las instrucciones de tu médico. Puedes crear rutinas que te ayuden a recordar la toma de las dosis (tener las pastillas a mano, poner la alarma del móvil o reloj,...). Piensa que el olvido sistemático de la medicación dejará la tensión fuera de control.
No olvides informar a tu farmacéutico de que tienes hipertensión, porque algunos medicamentos de uso común como el ibuprofeno o algunos antigripales pueden contribuir a elevar aún más la tensión arterial.
No dudes en acudir de nuevo al médico si, a pesar de seguir el tratamiento al pie de la letra, notas que algo no va bien.
Y si no recuerdas cómo debes tomar tu medicación o tienes alguna duda ya sabes que puedes contactar con nosotros y te ayudaremos.
¿Cuánto tiempo hace que no te tomas la tensión? ¡Hazlo hoy mismo!