Ante una quemadura, el primer paso es evaluar rápidamente su gravedad, que dependerá de la profundidad y de la extensión de la zona afectada.
Las quemaduras se clasifican en función de su profundidad en:
Quemaduras de primer grado
Son las más leves, afectan sólo a la superficie de la piel. Dejándola con aspecto enrojecido, pueden causar dolor e inflamación pero nunca ampollas. Un ejemplo sería una quemadura solar.
Quemaduras de segundo grado
Aparte de la superficie de la piel, también afectan a su parte más profunda. La piel también muestra un aspecto enrojecido y cursan con dolor, inflamación y ampollas.
Quemaduras de tercer grado
Afectan a la piel en toda su profundidad y en menor o mayor grado al tejido que se encuentra bajo la piel. Son las más graves.
Si la quemadura es grave o muy extensa (aunque sea de primer grado) debe cubrirse con paños limpios húmedos y acudir al servicio de urgencias.
También es conveniente acudir al médico cuando:
- La quemadura sangra, causa herida o parece infectada.
- Afecta a la zona de la cara , las manos, los pies o los genitales.
- Las quemaduras sufridas son causadas por electricidad o sustancias químicas corrosivas.
- Has inhalado humos.
- El afectado padece alguna enfermedad crónica como por ejemplo, diabetes o alguna enfermedad respiratoria
- Se plantea cualquier duda o no se puede describir la gravedad de la quemadura.
Cómo tratar quemaduras leves con ayuda de apósitos de hidrogel
En caso de que la quemadura sea leve podemos tratarla en casa con apósitos de hidrogel específicos para quemaduras, siguiendo estos sencillos pasos.
-En primer lugar debemos aplicar abundante agua fría sobre la zona afectada. Nunca agua helada o hielo, empeoraría los síntomas. Hay que dejar correr el agua sobre la quemadura hasta que el dolor y la inflamación hayan desaparecido, es decir entre 5 y 15 minutos, dependiendo de la quemadura.
-Seca cuidadosamente la piel, con ayuda de gasas estériles, si no las tienes a mano también puedes usar una toalla o un paño de algodón limpios. Nunca frotes la piel para secarla, hazlo mediante ligeros toquecitos.
-Aplica el apósito situando la quemadura en el centro de la compresa blanda de hidrogel, evitando que entre en contacto con la zona adhesiva. En la foto puedes observar como los cuadros permiten diferenciar la compresa de la zona adhesiva.
Ventajas de los apósitos de hidrogel para quemaduras
El apósito enfría la zona de inmediato, proporcionando sensación de frescor y aliviando el dolor de forma rápida.
Protege la quemadura de golpes y agentes infecciosos.
Crea un ambiente óptimo e higiénico que favorece una rápida curación de la herida. Son transpirables e hipoalrgénicos.
Evita la formación de costras y puede reducir posibles cicatrices.
Este tipo de apósitos pueden llevase varios días de forma segura, siempre que la herida no esté infectada. Si presenta síntomas como gran enrojecimiento, inflamación, dolor intenso o aumento de temperatura, tendrás que acudir al médico. Existen parches de este tipo transparentes que permiten observar el proceso de curación de la herida.
Suelen ser de material impermeable, con lo que no se despegan con el agua.
Consejos prácticos
Si aparecen pequeñas ampollas como consecuencia de una quemadura leve, nunca debes romperlas, ya que evitan que la zona quede expuesta a infecciones y facilitan la curación de la herida.
Nunca retires ropa que haya quedado adherida a una quemadura, acude al médico.
Ten cuidado con los remedios caseros como aplicar pasta de dientes sobre la piel quemada, muchos productos lo único que consiguen es producir irritación.
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