Durante el embarazo todo aquello que puedas hacer para facilitar el parto nunca está de más. Es igual de importante preparar la canastilla del bebé como asistir a las clases de preparación de tu matrona, porque los consejos y recomendaciones que te van a dar te ayudarán a hacerlo todo un poco más fácil y llevadero.
En este sentido, a parte de caminar o aprender cómo respirar y empujar, algo que quizá desconozcas y es igualmente necesario es el masaje perineal.
Es algo que vas a tener que empezar a hacer tú, en tu casa, unas semanas antes de parir. El masaje perineal te servirá para reducir el riesgo de desgarros o incluso para evitar una episiotomía.
Qué es el Masaje Perineal
La zona situada entre la vagina y el ano es lo que conocemos como perineo. Esta parte sufre un gran estiramiento durante el parto y puede que se desgarre. En muchos casos, para evitar este desgarro, se practica la episiotomía, un pequeño corte para facilitar la salida del bebé.
Para evitar este tipo de heridas hay que conseguir que esta zona tenga una mayor flexibilidad y elasticidad. Y eso podemos hacerlo con la ayuda del masaje perineal.
Cuándo es el momento de empezar
No es necesario empezar a hacer el masaje antes del tercer trimestre de embarazo. Si lo haces a partir de la semana 34 de embarazo ya es suficiente.
En cuanto a la frecuencia, tampoco hace falta que lo hagas todos los días. No te llevará más de 5 minutos unas tres veces por semana.
Cómo empezar
Busca un momento en el que puedas estar tranquila y relajada. Lo más cómodo es recostarse en la cama, pero sino también puedes hacerlo de pie apoyada en una pared.
Acuérdate de lavarte bien las manos antes de empezar y ten a mano aceite de rosa mosqueta, aceite de almendras o algún producto específico para masajes perineales que puedas encontrar en la farmacia.
El masaje puedes hacerlo tú misma, con los pulgares. Si te resulta incómodo, tu pareja puede ayudarte. En su caso tendrá que hacerlo con el dedo índice y corazón.
Es muy sencillo, en este vídeo te explicamos con detalle como debes hacerlo.
Cómo hacer el Masaje Perineal
Primero
Con las manos bien limpias, lubrica tus pulgares con el aceite e introduce los dedos en la vagina. La idea es conseguir elasticidad y flexibilidad, por eso tienes que presionar ligeramente hacia los laterales, como si quisieras ensanchar la obertura.
Mantén este movimiento un minuto o dos, hasta que notes una ligera sensación de quemazón.
Segundo
El siguiente movimiento tienes que hacerlo introduciendo los dedos a la vez e ir deslizándolos hacia abajo, siempre manteniendo la presión hacia los laterales. Repítelo unas 10 veces.
Si te resulta más fácil puedes hacer primero un lateral y luego el otro.
Tercero
El último movimiento consiste en presionar de forma continua hacia abajo, en dirección al ano (imagínate que estarás tumbada boca arriba). Aguanta uno o dos minutos, hasta notar una ligera molestia. Con esto ya puedes terminar.
Es más que probable que los primeros días te moleste, te resulte incómodo. Pero tienes que ser constante para ganar flexibilidad y elasticidad en esta zona.
¿Te imaginas que agradable seria el postparto sin las molestias de los puntos? Vale la pena que te esfuerces un poco ya verás como después del parto agradecerás haberte dedicado estos minutos cada semana.
¿Conocías este tipo de masaje? ¿Has empezado ya a hacerlo?