No poder girar la cabeza y encima sufrir dolor en el cuello ante el más mínimo intento no resulta plato de buen gusto para nadie. Si has sufrido o estás sufriendo alguna ahora mismo, sabrás que una tortícolis es muy incómoda y molesta.
Las tortícolis tienen su origen en una contractura muscular. Algunos músculos del cuello se contraen de forma brusca, se quedan como “enganchados”. Algo que tendría que ser elástico queda rígido, por eso solo un pequeño intento de girar la cabeza ya provoca un intenso dolor.
Sujetar el móvil entre hombro y oreja sin manos o dormir con una almohada muy alta son dos de las típicas situaciones que pueden derivar en una tortícolis, aunque existen algunas más. También te daremos remedios y te explicaremos cómo se debe tratar, porque hay vida más allá de los analgésicos.
Tortícolis, qué la provoca
Las causas de las tortícolis leves y pasajeras (de las que hoy hablamos) son:
- malas posturas al dormir, por ejemplo utilizar una almohada demasiado elevada o dormir en lugares o posturas incómodas, que dejen la cabeza en una mala posición.
- sujetar habitualmente el teléfono entre hombro y oreja en lugar de hacerlo con la mano, un mal hábito para tu salud cervical.
- escribir o trabajar en mesas y sillas inadecuadas (eso además de una tortícolis puede ocasionarte un buen dolor de espalda)
- el frío es otra de las causas. Notar directamente al aire acondicionado o exponerse a corrientes de aire después de haber sudado, por ejemplo, también puede acabar con una tortícolis.
- la tensión y el estrés continuados pueden provocar la contracción de los músculos del cuello y como consecuencia una tortícolis.
Como decíamos aquí hablamos de las tortícolis leves y de corta duración, pero es cierto que hay otro tipo de tortícolis de más gravedad, como las congénitas, es decir, las que se sufren ya desde el momento del nacimiento o las provocadas por lesiones o traumatismos que pueden llegar a ser crónicas.
Cuál es el tratamiento
1. Solucionar la causa
Intentar descubrir qué es lo que ha provocado la tortícolis es importante: ¿Has cambiado de almohada? ¿Has salido del gimnasio sudando y hacía frío en la calle? ¿Has estado trabajando en posturas incómodas? Identificar la causa e intentar que no se repita es el primer paso.
2. Aplicar calor
Dicho eso, para aliviar los síntomas te calmará si te aplicas calor. Puedes hacerlo con una bolsa de gel también puedes utilizar una crema de efecto calor o una esterilla eléctrica. Si quieres saber más aquí te explicamos cómo aplicar calor a una lesión.
3. Ir al fisioterapeuta
Por otra parte, si el dolor es muy intenso, un buen fisioterapeuta puede ayudar con masajes especiales. También puede enseñarte algunos ejercicios o estiramientos para hacer por tu cuenta que pueden irte bien.
4. Analgésicos
Paralelamente puedes tomar algún analgésico, como ibuprofeno o paracetamol para llevar mejor el día a día si tienes que trabajar o seguir con tu ritmo habitual.
Si ves que el problema se alarga o se agrava o bien si aparecen otros síntomas lo mejor es que lo consultes con tu médico.
Tómatelo con calma, y no fuerces. Verás que en pocos días pasarás del dolor y la rigidez a girar el cuello sin molestia alguna.
¿Y tú qué haces para aliviar la tortícolis?
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