Una de las peticiones más solicitadas un día de invierno en una farmacia son los remedios para calmar la tos. Si es que podemos sobrellevar la mucosidad, los estornudos, el picor en los ojos, pero la tos uno de los síntomas más molestos con los que tenemos que lidiar.
Pero te habrás fijado que en la farmacia, cuando alguien pide un medicamento para calmar la tos, le hacemos siempre la misma pregunta: ¿la tos es seca o va acompañada de mucosidad?
Eso es importante de conocer, ya que en función de si la tos es de un tipo u otro en cada caso el tratamiento también será diferente.
En este videoconsejo te lo explicamos con detalle.
¿Tos seca o tos productiva?
La tos es un mecanismo de defensa beneficioso para el organismo, que sirve para despejar las vías respiratorias y eliminar el exceso de mucosidad producida por alguna infección.
En la mayoría de los casos la tos no requiere ningún tratamiento, la causa más habitual de su aparición son los resfriados y a los siete días suele desaparecer.
Cuando esta tos persiste o es muy intensa puede ser aconsejable un tratamiento farmacológico. Pero hay que ser muy cautos a la hora de tomar medicamentos que inhiben el reflejo de la tos porque podrían impedir la eliminación de la mucosidad.
Por tanto, antes de administrar algún tipo de fármaco, es necesario identificar el tipo de tos y la causa que la origina.
Los dos tipos de tos más frecuentes son:
- la tos seca o irritativa, que se produce debido a la irritación de la mucosa, causada por infecciones, el humo o la sequedad ambiental.
- la tos productiva, a través de la cual se expectora, es decir, se elimina mucosidad situada en la faringe, laringe, tráquea o bronquios.
Cómo tratar la tos seca
La tos seca se identifica fácilmente porque al toser no notamos mucosidad acumulada en el pecho o en la garganta.
Lo que acostumbramos a notar es un picor constante que nos hacer toser contínuamente. Algo muy habitual son los "ataques" de tos durante las noches, así que, como bien sabes, durante unos días no hay manera de dormir ni descansar bien.
Así que con este tipo de tos no es de estrañar que acabemos necesitando un fármaco especialmente indicado. Uno de los principios activos que funcionan mejor es el dextrometorfano y notamos sus efectos ya desde las primeras dosis.
Si la cosa es más grave y los ataques de tos son recurrentes y más intensos el médico suele recetar jarabes a base de codeína, para inhibir el reflejo de la tos.
Algo que también funciona muy bien para calmar esta irritación, tomemos o no medicación para la tos, es utilizar un humidificador. En invierno las calefacciones suelen resecar mucho el ambiente y esta sequedad contribuye a aumentar la irritación. Así que con un humidificador reduciremos en buena parte las molestias.
Bueno y no hay ni que decir a estas alturas que, si fumas, te será mucho más difícil deshacerte de la tos.
Cómo tratar la tos con mucosidad
La tos con mucosidad es fácil de identificar. Enseguida notamos cuando tenemos mucosidad acumulada y es más, al toser solemos expulsarla poco a poco.
De hecho, esta tos nos sirve como mecanismo de defensa, nos ayuda a eliminar la mucosidad pero a veces es tan espesa que cuesta un poco.
Por eso necesitamos lo que conocemos como fármacos expectorantes, es decir, medicamentos que nos ayuden a eliminar la mucosidad.
También necesitaremos mucolíticos, medicamentos que que ayudan a que la mucosidad sea más fluida y se expulse más fácil, por ejemplo la acetilcisteína o el ambroxol.
También es útil hacer lavados nasales con suero fisiológico, sobre todo en el caso de los bebés y los niños.
A medida que la mucosidad va desapareciendo la tos también se reduce.
Especialmente en estos casos es importante que bebas mucha agua, 2-3 litros al día, porque eso ayuda a diluir la mucosidad y así se elimina mejor.
Algo importante que tienes que tener claro es que si tienes una tos de este tipo, tos acompañada de mucosidad, nunca tomes un medicamento pensando para calmar la tos seca.
Si lo haces no eliminarás la mucosidad acumulada en el pecho lo que puede acabar derivando en un problema más grave.
Algo más a tener en cuenta
No te automediques nunca, ni a ti ni a tus niños. Aunque te parezca que conoces los síntomas existe el riesgo de que el tratamiento no sea el más indicado en tu situación.
Por ejemplo, muchos medicamentos para el resfriado llevan ya un antitusígeno. Si además tomas un jarabe para la tos estarías tomando más medicación de la adecuada. Consulta primero siempre con un profesional.
Respeta siempre la posología, no tomes más cantidad de la que indique el prospecto. Esto nunca serviría para mejorar los síntomas pero estarías tomando más dosis de la necesaria.
Si la tos, sea del tipo que sea, persiste más de una semana o va acompañada de fiebre es mejor que vayas al médico en vez de seguri con más fármacos para calmar la tos.
En cualquier caso, si tienes alguna duda, sabes que puedes contactar con nosotros cuando quieras.