¿Qué pasa en invierno que pone en alerta a las madres de niños con piel atópica? En esta época del año es más habitual que la piel se descame, aparezca mucho picor o incluso costras.
Mientras el clima es suave y cálido estos problemas no son tan frecuentes, pero cuando llega el frío todo se empieza a complicar. ¿Por qué especialmente en esta época aparecen más “brotes atópicos”?
En la farmacia las consultas sobre el cuidado de la piel atópica son constantes. Y en invierno no nos cansamos de repetir qué es lo que podéis hacer para evitar los brotes. Pero no existe un único motivo por el que en invierno la piel atópica necesite un extra en atenciones. El clima es sólo uno de estos motivos, pero no el único.
1. El frío
Es evidente que la principal y más significativa diferencia entre invierno y verano es la temperatura. Así que el frío, algo tendrá que ver en que la piel atópica se resienta.
La explicación es simple, el frío, sobre todo el frío seco, favorece en gran medida la deshidratación de la piel. Necesitamos hidratar mucho más la piel para evitar y compensar la pérdida de agua.
2. Los cambios bruscos de temperatura
Algo típico del invierno es pasar del frío de la calle al calor de los espacios cerrados una y otra vez. La respuesta de la piel estos cambios bruscos de temperatura es un rápido empeoramiento de los síntomas: del picor, de la tirantez y de las lesiones típicas de la atopía.
3. La sequedad ambiental
Está claro, si el ambiente es seco, como ocurre gracias a las calefacciones, la piel se deshidrata mucho más rápido. Por eso hay que mantener la humedad ambiental entre el 40-60%.
4. El agua caliente
Otro factor que contribuye a deshidratar la piel es el agua caliente. Piensa que en verano nos duchamos con agua fresca o tibia pero, en cambio, en invierno la temperatura del agua aumenta. Es algo que las personas de piel atópica tienen que tener en cuenta.
5. Lana y tejidos sintéticos
En invierno llevamos mucha más ropa y el roce con telas sintéticas puede agravar las lesiones. Además si abrigamos a los niños en exceso y sudan esto puede desencadenar la aparición de los brotes atópicos.
Cómo prevenir y tratar los "brotes"
Esto es lo que se puede hacer cuando llega el frío para evitar que empiecen a aparecer brotes atópicos:
-La regla básica de una persona con piel atópica es mantener la piel siempre bien hidratada. Sobre todo si son niños, no hay excusa para ponerles todos los días una buena crema o loción hidratante especial para pieles atópicas. Hay que aplicara en todo el cuerpo y no sólo en la cara.
-Utiliza sólo productos indicados para pieles atópicas. Funcionan mucho mejor te ahorrarás algún que otro disgusto.
-Los baños deben ser cortos, se aconseja que no duren mucho más de unos 5 minutos. Utiliza mejor agua tibia o no demasiado caliente y también un champú y gel especial para pieles atópicas.
-En el momento de secarte con la toalla hazlo sin frotar sobre la piel. Sécate a pequeños toques para proteger la piel.
-Opta por la ropa de algodón, sobre todo la que está en contacto directo con la piel, las camisetas y la ropa interior. Vigila con la ropa que roce la piel o provoque picor, sobre todo si es de lana o de tejidos sintéticos. Es mejor lavar la ropa con jabones neutros y no utilizar suavizante.
-Si la humedad en casas es demasiado baja por culpa de la calefacción, también podrías utilizar un humidificador (en los espacios donde vayas a pasar más horas y con moderación).
Ya ves que el cuidado de la piel atópica en invierno no sólo se reduce a hidratar la piel. Aunque eso es fundamental, hay otros frentes que también debes cubrir.
Esperamos que con estos consejos bien fáciles de aplicar puedas librarte este año de los brotes y las típicas molestias de la piel tópica.
