¿Quieres dejar de fumar y tienes miedo de no ser capaz? ¿No sabes por dónde empezar? Pues te lo ponemos fácil, empieza por leernos, podemos ayudarte. Tranquilo, no vamos a recitarte el conjunto de motivos por los que deberías dejar el tabaco, seguro que ya los sabes y de sobra.
Esta vez queremos animarte y explicarte cómo puedes dejar de fumar, afrontando los momentos difíciles para evitar las recaídas, de manera que tu esfuerzo valga realmente la pena.
Anímate y lee una a una, las claves para que dejar de fumar sea un éxito.
Empieza a prepararte unas semanas antes
Si tienes decidido dejar de fumar y no sabes cómo hacerlo lo primero que tienes que hacer es prepararte.
Elige un día, el “día X” para dejar de fumar. Unas semanas antes, cada vez que enciendas un cigarrillo, piensa siempre en por qué lo haces, qué es lo que te motiva a fumar.
Convéncete poco a poco, día tras día, de las razones por las que debes dejar el tabaco.
Haz una lista
Coge papel y lápiz y haz una lista de pros y contras. Una lista de motivos por los que continuar fumando y una por los que dejarlo (por salud, mejorará el gusto y el olfato, ahorraré dinero, tendré mejor aspecto, seré un ejemplo para mis hijos…) Lo que quieras, lo que se te ocurra, verás que montón de motivos consigues anotar.
Algo que va muy bien es tener esta lista siempre a mano y releerla cada vez que tengas ganas de fumar o tengas dudas. Parece una tontería pero te sorprenderás de lo útil que resulta hacerlo.
Cuando llegue el día
Un cigarrillo menos, una batalla ganada
A partir del día en que decidas dejar de fumar márcate pequeñas metas, plantéate aguantar sin fumar día a día, cigarrillo a cigarrillo.
Nunca pienses que dejas de fumar para siempre, sino que has aguantado sin encender un cigarrillo justo en ese momento, batalla a batalla.
Evita la tentación
Intenta evitar las situaciones en las que fumar era habitual (el momento del café, viendo la tele,…)
Limpia tus dientes justo después del postre o café, con la boca limpia tendrás menos ganas de fumar.
Cambia de actividad, no permanezcas quieto sin hacer nada.
Por un tiempo es mejor que modifiques tus rutinas y busques otro tipo de actividades que ocupen tu tiempo. Mantén las manos y la cabeza ocupadas.
Mucha paciencia
En muchos momentos te invadirá una gran ansia de fumar. Inspira, aguanta el aire y exhala. Piensa en porqué lo has dejado y en todos los minutos, horas, días o semanas que llevas sin fumar. Échale un vistazo a la lista y ¡felicítate por ello, lo estás consiguiendo minuto a minuto!
La ansiedad es normal
Es habitual sufrir insomnio al dejar de fumar. Intenta no beber café, té o alcohol y evita las cenas abundantes.
Para luchar un poco contra esa ansiedad te irá bien practicar alguna actividad física durante el día, así también descansarás mejor.
Piensa que a partir de la segunda o tercera semana el deseo imperioso de fumar irá disminuyendo.
¿Voy a engordar?
No todo el mundo que deja el tabaco engorda. Pero en cualquier caso, no te preocupes por el peso. Puede ser que la ansiedad te haga comer más pero no te plantees seguir una dieta hasta un tiempo más tarde, a partir del primer o segundo mes sin fumar.
De momento lo que sí te recomendamos es seguir nuestros #Nutriconsejos de los jueves y comer pequeñas cantidades pero más a menudo, te saciará más.
Chicles, comprimidos, parches y fármacos
Para evitar el síndrome de abstinencia pueden ayudarte los chicles, los comprimidos o parches de nicotina, siempre que los utilices de forma correcta.
También existe un fármaco, la vareniclina, que en casos complicados puede ayudar al inicio a reducir la necesidad de fumar y más adelante a prevenir las recaídas. Puedes consultar con tu médico quien valorará si puedes tomarlo.
Si estás considerando dejar el tabaco nosotros te animamos a hacerlo cuanto antes. Estamos convencidos que lo conseguirás, ¡sin duda!
Es cierto que dejar el tabaco es difícil y requiere fuerza de voluntad pero no es imposible. ¡Al final la recompensa y la satisfacción que vas a obtener será enorme!