"Ya estoy otra vez con el dolor de espalda... pero de esta vez no pasa que me voy a la farmacia a por una bolsa de gel".
Dinos la verdad, ¿cuántas veces te has dicho eso a ti mismo? ¿Cuántas veces has querido comprar una de estas bolsas de gel para aplicar frío o calor en una lesión?
Realmente son muy útiles porque al estar fabricadas con materiales que conservan mucho más la temperatura son más prácticas y además te ahorras las molestias de utilizar hielo o paños calientes.
Las bolsas de gel te servirán para aplicar frío pero también calor, según el tipo de dolor o lesión que quieras tratar. Antes de seguir con las ventajas de estas bolsas, ¿ya sabes qué necesitas en cada caso?
No te pierdas nuestro videoconsejo, donde te lo contamos todo con detalle
¿Frío o Calor?
Es normal que después de sufrir una lesión aparezca la duda de si es mejor aplicar frío o calor. Los efectos que provocan en la zona afectada son distintos, por lo que la elección dependerá del tipo de lesión y del efecto que queramos conseguir.
A continuación te contamos qué resulta más útil en cada caso.
Cuándo tenemos que aplicar frío
El frío tiene un gran efecto analgésico, ayuda a disminuir mucho el dolor y sobre todo contribuye a reducir la inflamación.
Te será muy útil para aliviar el dolor en esguinces, contusiones, tendinitis, lesiones musculares o articulares provocadas por un sobresfuerzo o incluso para aliviar un dolor de muelas.
Cuándo tenemos que aplicar calor
Sustituir el frío por el calor puede ser muy útil para reducir el dolor, aumentar el flujo sanguíneo y relajar la zona afectada.
Aplica calor cuando sufras lumbago o algún tipo de contractura muscular, por ejemplo en la espalda.
También te servirá para el dolor de cervicales o incluso para calentar antes de hacer deporte, ¿lo habías pensado? El calor mejora la flexibilidad reduce la rigidez articular y el entumecimiento.
No está indicado en lesiones inflamatorias o roturas porque provocaría vasodilatación y un empeoramiento de los síntomas.
Cómo aplicar frío en una lesión
Antes de utilizar la bolsa de gel para aplicar frío tendrás que ponerla en el congelador un mínimo de 2 horas. Comparado con el hilo resulta infinitamente más cómodo, porque no gotea ni moja.
Se adaptará muy bien a cualquier parte del cuerpo. Existen bolsas de diferentes tamaños para que sea todavía más práctico.
Después de una lesión que necesite frío, en cuento más rápido lo puedas aplicar mejor. Puedes hacerlo a intervalos de 10 minutos a no ser que el médico te marque otra pauta.
Vigila y no pongas la bolsa directamente sobre la piel. Envuélvela con un paño o con la funda que normalmente ya se adjunta en el envase.
Cómo aplicar calor en una lesión
Si quieres calentar la bolsa sólo hay que ponerla en el microondas, pero con mucho cuidado porque con muy poco tiempo ya es suficiente. Lee bien el envase donde te indicará el tiempo necesario, a veces sólo son necesarios 30 segundos
También debe aplicarse en intervalos de 10-20 minutos cada hora y protegiendo la piel con un paño o con su funda.
Si practicas deporte o sufres contracturas o lumbalgias con frecuencia no lo dudes más, ve a la farmacia a por una bolsa de gel frío-calor y comprobarás sus ventajas.
¿Te has quedado con alguna duda? Contacta con nosotros y la resolveremos ;)
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