Entre los dos y tres meses de vida, tu bebé empezará a recibir las primeras vacunas y a partir de aquí, poco a poco, le administrarán la mayoría de vacunas que las Autoridades Sanitarias y la Asociación Española de Pediatría consideran necesarias.
Los beneficios de las vacunas superan claramente los mínimos riesgos que puedan conllevar. Pocas medidas salvan tantas vidas como las campañas de vacunación, pero debes saber que después de administrar una vacuna, el sistema inmune, es decir las defensas del bebé, reaccionan y es normal que a las pocas horas, se produzca algún pequeño efecto que pueda generarte cierta angustia.
Sigue leyendo y sabrás los efectos que pueden considerarse normales después de vacunar a tu bebé y qué puedes hacer en cada caso.
Síntomas asociados a las vacunas
Fiebre
La fiebre puede hacer acto de presencia después de que administren cualquier vacuna a tu bebé. Ya sea a las pocas horas o incluso al cabo de algunos días de haberle vacunado. No hay que alarmarse es una de las reacciones del sistema inmune para generar las defensas que protegerán al bebé frente a la enfermedad que previene la vacuna.
Si supera los 38°C puedes darle paracetamol (Apiretal®). La dosis debe ser la adecuada acorde a su peso. Si no recuerdas la dosis que te indicó el pediatra, puedes mandarnos una consulta de forma privada.
Este tipo de fiebre no dura mucho, lo normal es que desparezca al día siguiente y con una sola dosis de antitérmico suele ser suficiente.
Hay padres que usan el paracetamol de forma “preventiva”, antes de la vacunación. Esto está completamente desaconsejado. Además de no saber si la fiebre realmente va a aparecer, está demostrado que esta dosis “preventiva de antitérmico” no tiene ningún efecto e incluso puede interferir en la efectividad de la vacuna.
Si tienes dudas lee aquí todo lo que debes hacer cuando un niño tiene fiebre.
Inflamación y enrojecimiento
No es raro un ligero enrojecimiento o inflamación en la zona de la inyección. Especialmente con algunas vacunas, como por ejemplo la antitetánica, puede quedar una zona inflamada y dura al tacto que desaparece en unas semanas.
En estos casos se puede aliviar al bebé poniéndole paños fríos, incluso si observas que siente dolor o le molesta, existe la posibilidad de darle también paracetamol o un antiinflamatorio (Dalsy®).
Somnolencia, irritabilidad o falta de apetito
Puede que después de vacunar al bebé, lo notes más cansado, intranquilo o nervioso, no debes alarmarte, son síntomas perfectamente normales. Tampoco tiene ninguna importancia que durante uno o dos días tenga cierta falta de apetito.
La mayoría de efectos adversos de las vacunas son leves y se resumen en estos pequeños síntomas, pero es importante que observes al bebé en los días que siguen a la vacunación. Si presenta alguna de estas molestias y, en lugar de ver mejorías, empeoran o la fiebre no disminuye después de administrar paracetamol, no dudes en acudir al pediatra.
Esperamos que nuestro consejo te sirva de ayuda cuando os toque la próxima tanda de vacunas.
¿Habías observado ya alguno de estos síntomas? ¿Nos cuentas tu historia con las vacunas del bebé?