Con la llegada del invierno suelen empeorar los síntomas en personas que sufren dermatitis atópica. Aparecen los brotes de dermatitis atopica, que cursan con picor intenso, enrojecimiento de la piel, e incluso con presencia de las típicas ronchas en la piel, el eczema atópico, descamación y pequeñas heridas.

La atopía suele aparecer a los 4-5 meses de vida y en la mayoría de los casos desaparece en la adolescencia.

¿Por qué empeoran los síntomas en invierno?

Durante el invierno la piel se deshidrata debido al viento, al frío y a los cambios bruscos de temperatura. Los ambientes secos causados por las calefacciones también producen deshidratación en la piel. Y el contacto con tejidos sintéticos o lana empeoran los síntomas de la atopía.

Recomendaciones generales

Lo más importante es mantener la piel hidratada, y eso lo conseguiremos llevando a cabo las siguientes pautas:

-Los baños o duchas deben ser cortos, de unos 5-10 minutos. Hay que intentar que la temperatura del agua no sea muy elevada, mejor utilizar agua tibia. Si es posible evitar el uso de esponjas.

-A la hora de secarse es importante hacerlo a toquecitos, sin frotar, para no irritar la piel.

-Para evitar la sequedad ambiental en casa se pueden utilizar humidificadores. Por otro lado la temperatura en la casa no debe ser elevada, para evitar un contraste demasiado brusco entre el interior y el exterior.

-Es recomendable usar tejidos de algodón, que es suave y transpirable. Y evitar las telas sintéticas.

Por qué usar productos específicos para piel atópica

Hay que tener en cuenta que una piel atópica tiene necesidades diferentes a la de una piel normal. Aunque el precio sea un poco más elevado al habitual, en la higiene corporal, es importante utilizar productos especialmente diseñados para este tipo de piel. Restauran la barrera hidrolipídica y aportan hidratación.

La deshidratación de la piel la hace más vulnerable a padecer infecciones

Los geles limpiadores están formulados sin detergentes para evitar la irritación. Algunos incorporan aceites vegetales y humectantes. Existen también aceites limpiadores que aunque no tienen gran capacidad lavante, son muy suaves y poco irritantes.

Las lociones y cremas para atopía tienen unas concentraciones específicas de los compontes hidratantes. Contienen productos como avena, manzanilla, enoxolona que estabilizan la reactividad. Y pueden contener alantoína, centella asiática, aloe vera, rosa mosqueta o caléndula para favorecer la cicatrización de las heridas.

Las lociones se utilizan a diario tras el baño, como mantenimiento. En cambio los productos hidratantes formulados en forma de cremas, de textura más enriquecida que se utilizan en las fases de brote.

 Si se lleva a cabo un buen cuidado durante la época de mantenimiento se puede conseguir alargar los periodos entre los brotes y evitar que estos tengan un carácter virulento.

Si en la fase de brote no se consigue controlar los síntomas, se recomienda ir al médico quien valorará la prescripción de un tratamiento con corticoides y/o antibióticos

Si tu hijo sufre piel atópica te animamos a compartir tu experiencia y contarnos tus trucos,

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