Escoger un cepillo de dientes no es tarea fácil, ya hemos hablado sobre los tipos de cepillos, tamaño de sus cabezales y dureza de sus cedras en el consejo Cómo elegir un cepillo de dientes. Pero hoy queremos centrarnos en otro dilema que suele presentarse en el momento de la elección.
¿Cepillo de dientes manual o eléctrico?
Los dos tipos de cepillos pueden ser útiles, lo más importante es utilizarlos y hacerlo correctamente. A continuación, para ayudarte a aclarar tus dudas, te detallamos las ventajas e inconvenientes de los cepillos eléctricos frente a los manuales.
Cómo funcionan los cepillos eléctricos
La mayoría de cepillos eléctricos tienen un cabezal extraíble que realiza miles de movimientos oscilatorios y rotaciones por minuto. Otros añaden vibración al movimiento oscilante, y también existen los cepillos eléctricos sónicos y los ultrasónicos. Con el tiempo se han ido perfeccionando para que sea más fácil conseguir una limpieza dental profunda.
El cepillo eléctrico, a diferencia del manual, debe deslizarse suavemente por encima de cada diente sin presionar y sin hacer ningún otro tipo de movimiento, primero por la cara externa, después por la cara interna y la parte superior. Sin olvidar la parte inferior de los dientes, donde entran en contacto con las encías.
El tiempo de cepillado es el mismo que con un cepillo manual, es decir unos 2 minutos. Para limpiar completamente toda la dentadura, divide la boca en 4 cuadrantes y dedica 30 segundos a la limpieza de cada uno. La mayoría de cepillos eléctricos cuentan con temporizadores que informan del tiempo transcurrido desde el inicio del cepillado.
El cabezal extraíble debe reemplazarse aproximadamente cada 3 meses. O cuando las cerdas están desgastadas o abiertas. En algunos modelos las cerdas cambian de color cuando deben desecharse.
Ventajas de los cepillos eléctricos
Existen diferentes tipos de cabezales que se adaptan a cualquier necesidad: encías sensibles, para ortodoncia, blanqueantes, etc. Incluso existen cabezales dobles para limpiezas más exhaustivas.
Los cabezales son intercambiables, no hace falta comprar un cepillo de dientes para cada miembro de la familia, sólo con utilizar cabezales de distinto color bastará.
Generalmente la higiene bucal con un cepillo eléctrico es mucho más completa. Si se utiliza correctamente, el cepillo eléctrico elimina más placa porque realiza más movimientos por minuto y llega mejor los espacios de difícil acceso.
Al incluir temporizador, se cumple el tiempo recomendado de cepillado con más frecuencia que con un cepillo manual.
Cualquier persona puede utilizar un cepillo eléctrico, incluso los niños a partir de 3 años. En general la técnica de cepillado con un cepillo manual es más compleja.
Además se aconseja especialmente a las personas que padecen ciertas dificultades de movilidad, enfermedades como artritis o discapacidades.
Suelen ser menos agresivos para las encías. Con los cepillos eléctricos no se presiona tanto. Algunos emiten un aviso o dejan de funcionar al detectar que se presiona demasiado.
En este videoconsejo te contamos un poco más
Principales inconvenientes de los cepillos eléctricos
En primer lugar la diferencia de precio es destacable. Los cepillos manuales resultan mucho más económicos que los cepillos eléctricos y los recambios de cabezales.
El tiempo de cepillado es el mismo que con un cepillo manual.
También puede resultar un inconveniente el hecho que necesita recargarse. Aunque la mayoría de modelos tienen una amplia autonomía, sigue siendo necesario recargarlos cada 4 o 5 días.
Para las personas que viajan o se desplazan a menudo tampoco resulta demasiado práctico. En este caso un cepillo manual de viaje es la mejor opción.
Con toda esta información ya tienes opara valorar y decidir si te animas a comprarte un cepillo eléctrico.
Ya nos contarás qué decides ;)