Si te encuentras ya en el segundo o tercer trimestre del embarazo habrás visto que tu comadrona o tu ginecólogo te toman la tensión en cada visita. Controlar la presión arterial en el embarazo es fundamental para poder detectar cuanto antes una posible preeclampsia.
A continuación te contamos exactamente qué es, de momento te adelantamos que es uno de los problemas que pueden surgir durante el embarazo y que, de no tenerlo en cuenta, podría llegar a tener consecuencias graves.
En la preclampsia, uno de los síntomas más característicos es la hipertensión o la tensión alta. Es por eso que el personal sanitario insiste en comprobar tu tensión y evaluar uno por uno los diferentes síntomas para actuar cuanto antes si fuera necesario.
Se desconocen las causas exactas que la originan pero se ha comprobado que está relacionada con factores genéticos, trastornos inmunitarios, o incluso con problemas vasculares.
¿Te interesa saber un poco más sobre la preclampsia y sus síntomas?
Qué es la preeclampsia
La preeclampsia es una complicación que, en un porcentaje no muy elevado de las mujeres, aparece durante el embarazo.
Se desconoce exactamente qué es lo que la causa, aunque se sabe que existen un conjunto de factores que favorecen su aparición, como son:
- el sobrepeso
- la obesidad
- los embarazos múltiples
- los antecedentes de diabetes, hipertensión arterial o enfermedad renal
Puede causar complicaciones en la salud de la madre y del bebé y puede comportar graves riesgos si no se lleva a cabo un buen control durante el embarazo. Sin las medidas tratamiento adecuado puede causar daños en riñones, hígado o cerebro.
Cuáles son sus síntomas
Hay algo característico de la preeclampsia: la tensión alta y la presencia de proteínas en la orina. Por eso en cada visita se realizan controles de la presión arterial y también se realizan analíticas de orina periódicas para descartar la proteinuria (la presencia de proteínas).
En las mujeres que la sufren también es característica la hinchazón de manos, piernas y cara. Aunque no te alarmes, esto también es algo normal en un embarazo sin riesgo ya que por causas hormonales tenemos tendencia a sufrir cierta retención de líquidos.
No obstante, si esta hinchazón se acompaña de tensión elevada por encima de 90/140 mmHg conviene consultarlo con el ginecólogo porque será recomendable un control médico más seguido.
Otro de los síntomas posibles en la preeclampsia son los dolores de cabeza continuados y una menor frecuencia al orinar.
¿Se puede prevenir?
No existe forma de evitar la preeclampsia, por eso es tan necesario el seguimiento médico ya desde las primeras semanas de embarazo.
Así que si tienes antecedentes de hipertensión es conveniente que revises tu presión arterial con frecuencia. Puedes hacerlo en la farmacia o bien tu misma en casa con un tensiómetro.
Procura no aumentar demasiado de peso y controlar tu dieta para que sea sana y equilibrada.
¿Puede tratarse la preeclampsia?
El parto es el único modo de “curar” la preeclampsia por eso, siempre que es posible, se suele provocar.
En las situaciones en las que el desarrollo del bebé no es aún suficiente y el embarazo no está suficientemente avanzado es necesario un estricto control médico, para evitar daños en la madre o el bebé. En estos casos se aconseja guardar reposo y permanecer recostada. Es conveniente eliminar el consumo de sal y si el médico lo considera necesario pueden tomarse fármacos para reducir la tensión arterial.
En los casos más graves es habitual permanecer en el hospital para una monitorización más continuada.
No te alarmes, aunque no podamos saber con certeza quién va a padecer preeclampsia, por suerte con los controles que se realizan hoy en día es fácil detectarlo a tiempo y tomar las medidas necesarias para evitar riesgos.
¿Sabías qué es la preeclampsia? ¿Tienes la tensión alta y estás embarazada?
También te puede interesar:
Cómo preparar la canastilla del bebé
Alimentos prohibidos durante el embarazo
