Cuando tienes que comer fuera todos los días, es muy fácil caer en la tentación de comer cualquier cosa, rápido y mal. Muchas personas tienen la posibilidad de preparar la comida en casa y llevársela al trabajo (en este caso aquí te contamos cómo planificar tu dieta), pero no siempre es así para todo el mundo.
Tener que comer cada día en el restaurante dificulta mucho el poder llevar a cabo una dieta sana y equilibrada, pero no lo hace imposible.
Por eso, queremos enseñaros como podemos comer sano cada día, aunque sea en el bar de la esquina.
Regla nº1: Dime dónde comes
Elige bien el restaurante. No comas en restaurantes de comida rápida, procura encontrar un lugar donde el menú sea variado o puedas escoger entre los platos de una carta.
Es importante que se ofrezcan alimentos de calidad y productos frescos. El sabor será mucho mejor y ganarás en salud.
Regla nº2: En la variedad está el gusto
Intenta que cada día el menú sea diferente.
Pero elige cada día un plato que contenga verduras u hortalizas, combínalo con una ración de legumbres, carne o pescado, te aportarán las proteínas que necesitas. Intenta siempre escoger partes magras si tomas ternera, cerdo o cordero, pero sobre todo prioriza las carnes blancas, como pollo, pavo o conejo, en este enlace te contamos por qué debes limitar el consumo de carne roja. En cuanto al pescado, alterna pescado blanco y pescado azul, rico en ácidos grasos omega 3.
Uno o dos días a la semana también puedes tomar pasta o arroz. En este caso acompáñalos de una ensalada y elígelos como segundo plato.
Como postre aprovecha y pide fruta de temporada, es una buena manera de ayudarte a conseguir las famosas 5 raciones diarias.
Regla nº3: Más vale solo que mal acompañado
Evita los aderezos ricos en calorías como la nata, la mayonesa, salsa rosa,... Aliña tus platos con aceite y/o vinagre a tu gusto.
Intenta escoger platos que no sean demasiado grasos. Olvídate de las frituras y elige métodos de cocción más sanos, como por ejemplo la verdura hervida o al vapor en lugar de salteada y la carne y el pescado a la plancha o al horno.
Regla nº4: Sé siempre más listo que el hambre
Come con moderación. Si las raciones son muy grandes, deja una parte o pide platos combinados. No lo necesitas y lo que conseguirás será tomar un exceso de calorías que acumularás en forma de grasa.
Regla nº5: Siempre bebe agua
La bebida durante la comida siempre tiene que ser agua. Eso no quiere decir que te puedas tomar una copa de vino de forma esporádica y con moderación. Pero por defecto toma agua, que es mucho más sana y no aporta calorías. Olvídate de acompañar tu menú del día con refrescos, ya te contamos que contienen mucho azúcar y solo aportarán calorías extras a tu comida.
Regla nº6: Cómeme despacio que tengo prisa
Es posible que tengas poco rato para comer y tengas que hacerlo con prisas, pero siempre que puedas tómatelo con calma, masticando bien para favorecer la digestión. Recuerda que comer rápido favorece la aparición de gases y digestiones pesadas, algo muy incómodo si después tienes que volver al trabajo.
Ya sabes que si tienes cualquier duda, puedes contactar con nosotros en tu zona privada o dejar un comentario.
