La sardina es uno de los alimentos más recomendado por los profesionales de la salud y que sin duda debe formar parte de nuestra dieta.
Además de ser un alimento de un gran valor nutricional, acostumbra a tener un precio muy económico, ¡una gran ventaja en tiempos de crisis!
© Bill - Fotolia.com
¿Por qué es tan positivo el consumo de sardinas? Principalmente porque es una gran fuente de vitamina B12, B6, vitamina A,D, E y proteínas.
También porque aporta fósforo, hierro, yodo, selenio y magnesio y, especialmente en la espina, contiene una gran cantidad de calcio.
Al igual que otro tipo de pescado azul, es una gran fuente de ácidos grasos insaturados omega 3, muy beneficioso por su efecto protector frente a la hipertensión, la diabetes y otras enfermedades cardiovasculares. Este aporte de omega 3 es tan importante que con el consumo de una sola ración se llega a la cantidad diaria recomendada.
Por su contenido en proteínas y grasas es una gran fuente de energía y un alimento fácilmente digerible.
Cómo y cuándo podemos consumir sardinas
Los meses más calurosos, de mayo a octubre más o menos es la época del año en la que las propiedades nutricionales de las sardinas son óptimas.
Si quieres consumirla fresca, antes de comprarla fíjate en que:
-no tenga los ojos hundidos, sino claros y brillantes
-debe tener las agallas rojas
-su textura debe ser firme, rígida
-sus colores deben ser vivos y debe “oler a mar”.
Existen muchas formas de consumir sardinas frescas. Escoge un método de cocción sano, por ejemplo, la parrilla o el horno y evita las frituras o guisos porque de esta forma se ingiere una cantidad de grasas innecesaria.
Otra opción igualmente saludable es comer las sardinas enlatadas. Suelen estar conservadas en aceite de oliva, con tomate o en escabeche. De esta forma contienen menos agua, pero un valor energético y nutricional muy parecido al de las sardinas frescas. El aporte de calcio es mayor porque suelen comerse con espina.
De todas las sardinas enlatadas, las que se conservan en aceite de oliva son las que parecen tener un perfil nutricional más favorable, aunque no deben despreciarse los otros métodos de conservación.
Anímate a degustar las sardinas y disfrutar de sus fantásticas propiedades. ¡Tu salud te lo agradecerá!
Te ha gustado nuestro consejo…. ¡compártelo en Facebook y Twitter!