La carne es uno de los alimentos básicos que forman parte de la dieta mediterránea. En nuestro país la consumimos prácticamente a diario y junto a los huevos y el pescado, constituye una de las principales fuentes de proteínas.
El consumo de carne y sus derivados ha aumentado en los últimos años y actualmente los profesionales de la salud insistimos en la relación que existe entre el consumo de carne roja yuna mayor incidencia de enfermedades de tipo cardiovascular, sobrepeso y obesidad.
Como seguramente conoces, diferenciamos entre dos grandes tipos de carne, la carne roja y la blanca.
La carne de vacuno (vaca, ternera, buey), de caballo, la mayoría de piezas procedentes del cerdo y del cordero, las vísceras y la carne de caza, se consideran carne roja.
Entre la denominada carne blanca, encontramos el pollo, el pavo y el conejo.
Pero, ¿por qué es tan perjudicial el consumo de carne roja? ¿En qué consiste este riesgo?
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Ventajas e inconvenientes de la carne roja
La carne nos aporta fundamentalmente proteínas de gran calidad, agua y grasas. También minerales como hierro y zinc y algunas vitaminas, como las del grupo B. No contiene ni fibra ni hidratos de carbono.
La carne roja es una excelente fuente de hierro, mucho más que la carne blanca, de ahí su nombre y color. El hierro que contiene es de fácil absorción por lo que se aprovecha en mayor proporción. Juega un papel muy importante en la prevención de la anemia por déficit de hierro.
Dependiendo del tipo de carne, la parte del animal que se consuma y del tipo de alimentación que ha recibido, el porcentaje de grasa saturada puede ser mayor o menor, pero en general las carnes rojas suelen ser muy ricas en grasas saturadas, por lo que su consumo en exceso, se asocia a un aumento del colesterol total.
La carne roja también favorece un aumento del ácido úrico en el organismo, algo a tener en cuenta para las personas que padecen gota.
Recomendaciones
Limita la ingesta de carne roja a una vez a la semana o dos o tres veces al mes.
Consume mayoritariamente la parte magra, cocinada de forma saludable, por ejemplo a la plancha.
Combínala con alimentos ricos en vitamina C, por ejemplo un zumo de naranja o una ensalada de tomate, aprovecharás al máximo el hierro que contiene.
Recuerda que la mayoría de hamburguesas, salchichas y embutidos tienen como ingrediente principal la carne roja. Limita su consumo, también en los más pequeños de la casa.
Sigue una dieta sana y equilibrada, rica en alimentos vegetales. ¡Y no te olvides de practicar ejercicio!
