¿Has oído hablar de la intolerancia a la lactosa? Si observas que cada vez que ingieres lácteos notas molestias digestivas como, hinchazón y dolor abdominal, gases o diarrea, puede que sufras intolerancia a la lactosa, el azúcar presente en la leche.
A continuación te contamos cuáles son exactamente los síntomas de la intolerancia a la lactosa y por qué se produce y qué alimentos debes evitar para encontrarte mejor.
No te alarmes si después de tomar un vaso de leche no te encuentras demasiado bien, a veces la intolerancia a la lactosa aparece de forma temporal debido a alteraciones de la mucosa intestinal producidas por diferentes causas como, gastroenteritis o otras enfermedades intestinales, la ingesta de ciertos medicamentos o por una cirugía reciente del tracto digestivo. Este tipo de intolerancia es pasajera y remite al regenerarse la mucosa intestinal.
Cuando se presenta de forma permanente suele tener un origen genético, aparece de forma progresiva y no remite.
Síntomas
Los síntomas más frecuentes son:
-hinchazón y dolor abdominal
-flatulencia
-diarrea
-en algunos casos náuseas y vómitos
El malestar digestivo suele iniciarse entre quince minutos y dos horas después de ingerir alimentos con lactosa.
Los síntomas varían mucho de una persona a otra, hay personas que deben seguir una dieta totalmente libre de lactosa para encontrarse bien, y otras que incluso pueden beber pequeñas cantidades de leche o consumir ciertos lácteos como el queso o el yogurt sin apenas presentar síntomas. Es importante en cada caso familiarizarse con el grado de intolerancia.
Por qué se produce
Cuando ingerimos alimentos con lactosa, una enzima que se encuentra en el intestino delgado llamada lactasa, se encarga de descomponerla, para que pueda ser absorbida por nuestro organismo con normalidad.
La intolerancia a la lactosa se produce cuando los niveles de la enzima lactasa no son suficientes para digerir toda la lactosa que consumimos. Con lo que nuestro organismo no la puede absorber y llega íntegra al intestino grueso, donde las bacterias de la flora intestinal empiezan a descomponerla generando los gases que causan flatulencia, hinchazón y dolor abdominal.
Además la acumulación de lactosa en el intestino favorece la secreción de líquido, provocando la presencia de heces blandas o diarrea.
Tratamiento
El primer paso del tratamiento es eliminar la lactosa de la dieta. Su principal fuente son los lácteos, pero es muy importante aprender a leer las etiquetas alimentarias, ya que la lactosa está presente como aditivo en muchos alimentos que nada tienen que ver con la leche, cómo embutidos, alimentos precocinados, salsas, bollería o cereales para el desayuno. Hay que tener en cuenta que también se usa como excipiente en muchos medicamentos.
Al suprimir la leche y sus derivados de la dieta, es importante aumentar el consumo de otros alimentos ricos calcio, como por ejemplo, brócoli, hortalizas de hojas verdes como las espinacas, sardinas, higos , naranjas, almendras y legumbres secas entre otros.
Tu médico te dirá si necesitas algún suplemento de calcio.
También existen otras alternativas, ya que en el supermercado podemos encontrar derivados de la leche sin lactosa o con bajo contenido en lactosa que pueden sustituir a los lácteos tradicionales.
Otra opción para ingerir lácteos de manera ocasional en personas que presentan intolerancia a la lactosa, es tomar suplementos de la enzima lactasa, y así prevenir la aparición de molestias digestivas.
La dosis de estos productos suele requerir un ajuste, dependiendo del grado de intolerancia de cada persona y de la lactosa que se va a ingerir, pero en general se debe tomar un comprimido o cápsula justo antes de consumir el alimento que contenga lactosa.
El uso de los comprimidos de lactasa puede ser de utilidad cuando se desconoce si los alimentos que se van a consumir contienen lactosa, por ejemplo al comer en restaurantes.
¿Sufres intolerancia a la lactosa? ¿Has probado los comprimidos de lactasa?
Anímate a compartir tu experiencia ;)
