¿Azúcar o sacarina? Sólo hace falta salir a tomar un café para oír esta pregunta. Seguramente te habrás planteado alguna vez qué es lo mejor, si tomar azúcar o sustituirlo por edulcorantes.
Está claro que a nadie le amarga un dulce, siempre y cuando sea uno y solo uno. No es la primera vez que te hablamos de los riesgos del consumo excesivo de azúcar. No nos aporta ningún nutriente esencial para que nuestro organismo funcione correctamente, pero en cambio es una fuente importante de calorías. Calorías que si no se queman se acumulan directamente en forma de grasa.
Ahora quizá estás pensando ¡pero si sólo me pongo azúcar en el café! Y no pasaría nada si solo fuera esa cucharada de azúcar la que tomas, pero en realidad hay muchísimo “azúcar oculto” en los alimentos, en los refrescos, las galletas y bollos e incluso en alimentos donde no se aprecia especialmente el sabor dulce, como en salsas y platos preparados ya envasados.
La OMS recomienda que no se consuman más de 25g de azúcar al día. Sólo hace falta echar un vistazo a la etiqueta de tu refresco favorito para comprobar que probablemente tomas más azúcar del que debes.
Si por razones de salud, control de peso o simplemente para cuidarte, quieres reducir el consumo de azúcar, puedes optar por los edulcorantes, sustancias artificiales, aunque a veces de origen natural, que se añaden a los alimentos con la finalidad de sustituir el azúcar.
Los edulcorantes más habituales
Existen diversos tipos de edulcorantes. Algunos de origen natural y otros en cambio de origen artificial.
La sacarina, es uno de los más populares y conocidos y no es para menos porque lleva en nuestras mesas desde hace más de un siglo.
El ciclamato es otro de los más utilizados. Se acostumbra a encontrar solo o acompañado de otros edulcorantes.
También es muy utilizado el aspartamo. El uso de éste es controvertido. No le faltan defensores ni detractores.
Otro edulcorante, este de origen natural, es la estevia. Se extrae de la planta Stevia rebaudiana y, aunque se conoce desde ya hace tiempo, se ha popularizado su uso porque algunos estudios parecen indicar que consumida en fresco o infusión podría regular la hipertensión o incluso los niveles de glucosa en sangre. Aunque estos efectos en ningún caso se atribuyen al uso del edulcorante en sí.
El sorbitol es otro de los edulcorantes naturales más conocidos, muy utilizado en caramelos y chicles, su principal inconveniente es que si se toma en exceso puede provocar diarreas y molestias gastrointestinales.
Alguna que otra precaución
Los edulcorantes son sustancias que si se consumen en cantidades demasiado elevadas podrían tener efectos perjudiciales. Por esta razón, se establece para todos ellos una Cantidad Diaria Admisible, la IDA, que refleja la cantidad máxima de edulcorante que podemos ingerir en un día de forma totalmente segura.
Es muy difícil llegar a esta cantidad sólo añadiendo edulcorantes al café. Pero igual que en el caso del ya mencionado “azúcar oculto” podemos encontrar “edulcorantes ocultos” en los alimentos light, refrescos, chicles, caramelos, yogures, fruta en conserva y mermeladas e incluso en medicamentos y complementos alimenticios.
En definitiva y como dice el refrán, es bueno el uso pero no el abuso, igual que hay que controlar el consumo de azúcar, hay que hacer un uso razonable de los edulcorantes, una vez más la clave está en prestar atención al etiquetado de los alimentos.
No es que los edulcorantes sean la panacea. Está claro que tienen defensores y detractores y periódicamente se publican estudios entorno a su efecto y su seguridad. Pero de momento, se presentan como una buena alternativa al azúcar si queremos darle esa chispita dulce a nuestros platos.
Y tú, ¿cómo endulzas tu vida? ¿Azúcar o sacarina? ¡Cuéntanos!
