¿Te gustaría tener una piel suave y aterciopelada? Si tu respuesta es sí, no olvides incluir la exfoliación en tu ritual de belleza.
La piel está sometida a un proceso de renovación celular constante. Se crean nuevas células y mueren las que han envejecido. Estas células muertas se acumulan junto con las impurezas, sobre la epidermis.
La exfoliación consiste en la eliminación de dichas células e impurezas. Acompañada de un ligero masaje también activa la circulación sanguínea y asegura una correcta oxigenación de la piel, consiguiendo que adquiera un aspecto más saludable.
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Según la técnica que se utilice podemos hablar de microexfoliación o exfoliación química.
Con la microexfoliación se realiza una exfoliación mecánica y se eliminan las células muertas de las capas más superficiales de la epidermis. Normalmente suele realizarse con productos a base de microesferas, con guantes o esponjas de crin o también con masajeadores eléctricos combinados con un producto exfoliante.
La exfoliación química se realiza con productos que contienen diferentes ácidos, como por ejemplo ácido glicólico, láctico o salicílico, que son capaces de destruir el mecanismo de unión entre las células. Consiguen eliminar células muertas e impurezas en profundidad. En función de la concentración de ácidos, existen tratamientos para realizar en casa y otros más intensos que se aplican en centros especializados.
Si exfolias la piel de tu cuerpo una o dos veces por semana, conseguirás que los productos que apliques posteriormente, ya sean hidratantes, anticelulíticos o reafirmantes, penetren y actúen adecuadamente.
Uno de los mejores momentos para la exfoliación es durante la ducha, recuerda que también puedes realizarla con guantes de crin, pero siempre con la piel húmeda y enjabonada, su gran dureza no los hace aptos para pieles sensibles.
Claves para exfoliar tu piel correctamente
Debes aplicar los productos y realizar masajes de forma circular sobre la piel durante unos minutos, de forma suave, para activar la circulación.
Evita las zonas donde la piel es más fina y sensible, es decir el contorno de ojos y los labios, el cuello y el escote. Para estas zonas puedes encontrar productos más suaves.
Insiste en zonas como codos, rodillas y sobre todo los pies.
Algunas técnicas de exfoliación pueden resultar muy agresivas para las pieles con rojeces o pieles sensibles. Es importante escoger el tratamiento indicado en cada caso y también tener en cuenta la frecuencia con la que se exfolia.
Las pieles mixtas y grasas pueden exfoliar la piel con un producto específico una o dos veces por semana. En cambio las pieles secas o sensibles no deben hacerlo más de una vez a la semana, o incluso en casos más extremos una vez cada quince días.
No debes exfoliar tu piel si está irritada o con heridas, tampoco es adecuado hacerlo justo después de tomar el sol.
Échale un vistazo a este videoconsejo si te ha quedado alguna duda
Si después de conocer todas las ventajas que exfoliación puede ejercer sobre tu piel decides dar el paso, no te olvides de contarnos tu experiencia ;)
