Pues sí, volver a la vida real después de unos días de vacaciones no es tarea fácil. Muchos seguro que lo estáis sufriendo esta semana. Volver a la realidad, el stress y las rutinas puede ser de lo más duro, pocos son los que se libran del síndrome o "depresión" postvacacional.
No es fácil controlar la ansiedad que genera la vuelta de las vacaciones. A nadie se le escapa que, después del veranito, la “vuelta al cole” de los mayores cuesta ¡y mucho!
No te preocupes si eres incapaz de concentrarte o si estás de mal humor, tienes dolor de cabeza o insomnio. Necesitas tu tiempo para volver a tus rutinas de siempre. Te vamos a ayudar a llevarlo un poco mejor.
Por qué tengo síndrome postvacacional
Respuesta fácil: porque se han terminado las vacaciones y querías seguir en la playa unos días más. Bueno, vale, pero no solo por eso. También porque necesitas un tiempo para reajustar tu ritmo y volver a la normalidad, a algunos nos cuesta más y a otros menos.
Después de unos días de desconexión, de cambios de horarios, de trasnochar, de salir, de estar con la familia las 24 horas, de siestas interminables…, ahora de golpe y porrazo tienes que cambiar el ritmo. Con todo esto lo más normal es que durante unos días te encuentres fatal.
Tienes que darte tiempo para que tu cuerpo restablezca su biorritmo. Y si además estás dándole vueltas a la cabeza todo el día pensando que no tendrás vacaciones hasta el verano próximo, lo normal es que todo a la vez te resulte difícil de digerir.
Síntomas del síndrome postvacacional
¿Qué síntomas provoca el síndrome postvacacional? Pues lo más normal es el cansancio, la somnolencia y a veces insomnio nocturno.
Vas a notar que te cuesta levantarte por las mañanas, dormir por la noche y que después de comer tu cuerpo te va a pedir una siesta.
Tampoco es nada raro que te cueste mucho concentrarte y ser productivo en el trabajo.
Y verás que falta la energía y aparece el desánimo, el mal humor o incluso la ansiedad y la angustia por volver al trabajo.
Remedios para evitar el síndrome postvacacional
Está claro que reincorporarse a un trabajo que no te gusta y para el que no estás motivado cuesta mucho. Pero aunque te encante tu trabajo, también puedes ser víctima del síndrome postvacacional.
Tranquilo porque eso le ocurre hasta al más pintado. Así que, para no caer en el desánimo, no puedes olvidar lo siguiente:
-Si aún disfrutas de tus últimos días de vacaciones perfecto, todavía estás a tiempo de evitar lo peor. Anticípate, pon el despertador y habitúate a tus horarios y rutinas cuanto antes. Lo mejor es que te acostumbres de nuevo al horario de trabajo al que dentro de nada vas a volver.
Y sobre todo no te olvides de los niños, ellos también necesitan hacerlo antes de empezar el cole.
-No todo tiene que ser malo, en la medida de lo posible sigue con tus hobbies del verano. Si te has aficionado a la lectura sigue leyendo, busca un ratito para irte a la piscina (aunque solo sea media hora) o para quedar con los amigos para tomar algo. Recupera tus rutinas pero poco a poco y no dejes atrás todo lo que has hecho en verano. Encuentra un equilibrio, de esta forma no será tan traumático.
-Para “ordenar tu cabeza” te será útil ordenar tu espacio de trabajo: tu mesa, tu coche, tu despacho, tu tienda,… lo que sea. Abre la agenda, planifica y organízate. Verás como no es tan grave lo que te espera.
-Si todavía no lo haces, tienes que hacer deporte. En tu cerebro se van a producir una serie de sustancias, como las endorfinas, que aumentarán la sensación de bienestar. Ponte las pilas porque vale la pena, no lo dudes.
-Igual que tienes que volver a levantarte a tu hora también tienes que comer bien. Procura que la comida y la cena sean más o menos siempre a la misma hora y por descontado, escoge menús saludables. Aquí tienes un manual para seguir fácilmente una dieta equilibrada.
-No te olvides de los fines de semana. Sí, las vacaciones se han terminado pero tienes multitud de sábados y domingos para disfrutar. Organiza una escapada, te ayudará a llevar mejor la vuelta al trabajo seguro.
El síndrome postvacacional es pasajero, no dura más de una semanita. Pero si ves que va a más y llevas ya varias semanas con los mismo síntomas te irá bien buscar la ayuda de un profesional.
¿Cómo llevas tu vuelta al trabajo? ¿Qué es lo que llevas peor?
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