Cuando llega el otoño es cuando empiezan a verse los primeros casos de gripe, ya sea porque pasamos más horas en sitios cerrados o porque el frío afecta a nuestro sistema de defensa.
Cada año, más o menos en octubre, empieza la campaña de vacunación. ¿Te suena verdad? En los centros sanitarios y sobre todo entre las personas mayores se empiezan a escuchar las típicas conversaciones entre los defensores y detractores de la vacuna de la gripe.
No sólo necesitan protegerse los mayores, a veces hay situaciones que hacen que una vacuna sea necesaria. Sigue leyendo que te lo explicamos.
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Qué es la gripe
La gripe es una enfermedad provocada por un virus. Eso es, un virus. Por lo que no sirve de nada tomar antibióticos para combatirla. Acuérdate de esto la próxima vez que quieras automedicarte ante una infección de este tipo.
La gripe se transmite de forma muy fácil, al toser, al estornudar o por el contacto con las manos si están infectadas.
Suele durar entre 5 y 7 días y puede causar fiebre elevada, hasta 39°C, escalofríos, dolor de cabeza, dolor muscular, estornudos, tos intensa, normalmente seca, lagrimeo…, unos síntomas nada agradables a decir verdad.
Por qué son importantes las campañas de vacunación
La gripe es una enfermedad autolimitada, es decir que en 5-7 días se cura sin más problema. Eso, claro, en el caso de una persona sana.
Pero ¿qué hay de las personas mayores, personas con enfermedades crónicas o personas con importantes problemas de salud? En estos casos una gripe puede provocar graves complicaciones.
La gripe causa verdaderas epidemias estacionales. Y además de los problemas para la salud de las personas que esto puede acarrear, no hay ni que mencionar los enormes gastos en sanidad que estas epidemias suponen.
Quién necesita la vacuna
Según el Ministerio de Sanidad y la Organización Mundial de la Salud, la vacunación está recomendada a las personas que forman parte de los llamados “grupos de riesgo”.
Pero, ¿quién forma parte de estos grupos de riesgo?
- Las personas mayores de 65 años (aunque no sirve completamente ara prevenir la enfermedad, si que hace que sea menos grave)
- Las embarazadas, en cualquier etapa del embarazo
- Adultos (y niños mayores de 6 meses) que padezcanenfermedades cardiovasculares o pulmonares crónicas. También enfermedades metabólicas como diabetes, obesidad mórbida, insuficiencia renal, anemia, enfermedad hepática, inmunodeprimidos, personas portadoras de VIH, trasplantados, personas que padezcan cáncer, personas con algún tipo de demencia, síndrome de Down y aquellas personas que necesiten seguimiento médico periódico
- Personas que estan ingresadas en hospitales o deben permanecer en residencias o centros de salud.
- Personas que pueden transmitir la gripe a otras que son especialmente vulnerables, por ejemplo el personal sanitario, personal de instituciones geriátricas o personal de centros de enfermos.
Sólo nos queda recordar que, es verdad que para disminuir la virulencia del virus la medida más eficaz es la vacunación, sin duda. Pero para reducir el número de contagios, es muy importante seguir una serie de medidas higiénicas.
No te olvides de taparte la boca con un pañuelo al toser o estornudar y lavarte las manos con frecuencia, especialmente después de haber tosido o estornudado.
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