Todo el mundo tiene claro que el tabaco puede provocar cáncer. ¿Tienes igual de claro que las quemaduras solares pueden favorecer la aparición de un melanoma, un tipo de cáncer de piel?
Protegerse del sol, es decir evitar las quemaduras del sol, es comparable en importancia a dejar de fumar. Si no utilizas crema solar o no lo haces como debes, la radiación afecta directamente a los genes de las células de la piel. Y está más que demostrado que existe relación entre la piel quemada por el sol y la aparición del melanoma.
A continuación te contamos con detalle cuáles son los riesgos más importantes de las quemaduras y qué puedes hacer para detectarlos a tiempo.
Porque las quemaduras solares son tan peligrosas
Si ves que después de una tarde de playa tu piel tiene un ligero tono rosado lo sentimos, te has quemado. No es necesario llegar a notar dolor, el enrojecimiento de la piel ya es un símbolo de quemadura.
Y si eso te ocurre con frecuencia, si la piel se va quemando de forma reiterada ya desde la infancia, el resultado será un envejecimiento prematuro, la aparición de arrugas.
La radiación UVA y UVB quema la piel y al hacerlo daña el ADN de las células, puede alterar sus genes. Así que por encima de todo, una mayor alteración genética se traduce en un riesgo más alto de aparición de cáncer de piel.
Qué es un melanoma
Es un tipo de cáncer de piel. Su nombre deriva de los melanocitos que son las células de la piel que pueden mutar por el efecto de la radiación solar y causar el tumor.
Si se detecta pronto el tratamiento suele ser siempre exitoso, pero por desgracia no siempre lo vemos a tiempo. Las células del tumor pueden pasar a la sangre o los ganglios y de ahí a otros lugares del cuerpo provocando metástasis.
Si eres hombre de piel clara que sepas que tienes más probabilidades de padecer un melanoma en el cuello, el tronco o la cabeza. En cambio si eres mujer revísate con más frecuencia brazos y piernas. Pueden aparecer incluso en zonas que habitualmente no están expuestas al sol.
El riesgo aumenta si además de quemarte, tienes la piel blanca, tienes un gran número de lunares o tienes antecedentes familiares de cáncer de piel.
Y claro que la edad es un factor a tener en cuenta, pero las personas jóvenes también los sufren, así que cuidado.
La regla del ABCDE
Para evitar disgustos lo mejor es la prevención y prevenir es:
-protegerse del sol correctamente
-observar nuestro cuerpo, detectar posibles cambios y anomalías que nos hagan sospechar que algo ocurre.
Para diferenciar un simple lunar de un melanoma está claro que necesitarás la opinión de un experto pero puede servirte de guía la regla del ABCDE:
A. Ásimetría, las lesiones de melanoma son generalmente asimétricas.
B. Bordes, las lesiones de melanoma suelen tener los bordes irregulares y poco definidos, a diferencia de los lunares benignos.
C. Color, es habitual que este tipo de lesiones tengan más de una tonalidad o incluso más de un color (marrón, negro o azulado incluso)
D. Diámetro, un tamaño superior a 6mm puede ser un indicador de una lesión maligna
E. Evolución, debemos observar qué evolución tiene la lesión. Un cambio de forma, color, tamaño o aspecto puede alertarte de un posible melanoma.
En los últimos años ha aumentado demasiado el número de personas afectadas por melanoma. Cada vez nos exponemos más al sol y lo hacemos sin protección. Hay que utilizar gorras y sombrillas. No sirve ponerse un poco de crema la llegar a la playa, hay que hacerlo antes de salir de casa, emplear la cantidad adecuada (mucho más de la que crees) y reaplicar, reaplicar y reaplicar, recuerda que hay que renovar la aplicación de crema cada 2 horas. Otro punto importante, olvídate de las cabinas de bronceado.
Siguiendo estos consejos es posible no sufrir quemaduras y sus múltiples riesgos. Protégete, es más importante de lo que crees.
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