¿Alguna mamá o papá primerizos en la sala que no sepan cómo preparar un biberón? Pues no hay nada por lo que avergonzarse. No hay porqué saberlo todo, si habéis escogido lactancia mixta o lactancia atificial para alimentar al recién nacido os contamos a continuación cómo hay que hacerlo.
Primero que todo confía en el proceso de aprendizaje que emprendes con tu bebé. Cada día será mejor que el anterior incluso en cuanto a preparar un biberón.
Lo que tienes a tu favor es que los envases de leche casi siempre vienen con instrucciones. Aun así hay detalles como la temperatura del biberón, por ejemplo, que sólo se aprenden si alguien te lo enseña.
Aquí vamos:
Cómo preparar un biberón
Lo más importante al preparar un biberón es asegurarnos de mantener unas medidas higiénicas adecuadas, una temperatura correcta, y por supuesto, una concentración idónea de leche y cereales, según la edad del bebé.
Limpieza del biberón
Limpia y esteriliza bien el biberón. Asegúrate de que la botella, la rosca y la tetina no contienen residuos. Lávalos con agua muy caliente y aclara bien.
Puedes utilizar esterilizadores especiales para biberones o bien puedes hervirlos de manera tradicional en una olla durante 5 minutos.
El agua
El agua tienes que tener una baja concentración en minerales. Si compras agua embotellada no es necesario que la hiervas. Si usas agua del grifo hiérvela al menos un minuto y luego déjala enfriar un poco no del todo porque tendrás que darle la leche al bebé templada, no fría.
Cantidades y preparación
En cada bote encontrarás una tabla de dosificación, según los meses de tu bebé, se indica cuántos cacitos de leche tienes que añador al agua. Utiliza siempre el cacito que venga dentro del envase, no reutilices los antiguos ya que si la composición la formulación de la leche ha variado también lo habrá hecho el cacito.
Enrásalos con ayuda de un cuchillo o espátula y mezcla el agua con la leche haciendo rodar el biberón entre tus manos, sin agitar demasiado para no crear espuma.
Comprueba la temperatura del biberón echando unas gotas en la parte interior del brazo, en la muñeca. Esta parte es muy sensible y podrás saber si la temperatura es la adecuada.
No añadas más cacitos de los necesarios. Si está demasido concentado podría provocar estreñimiento o sobrecargar el riñon. A su vez, una leche con menos concentración de la indicada estará demasiado diluida no aportará los suficientes nutrientes.
Y por último ten en cuenta que cuando prepares un biberón tienes que dárselo al bebé en el menor tiempo posible. No se recomienda guardar restos de leche para tomas posteriores porque puede contaminarse y provocar molestias e infecciones al bebé.
Si tienes cualquier duda puedes contactar con nosotros y te ayudaremos en lo que necesites.
