La higiene dental de los niños debe ponerse en práctica desde muy pequeños. Es necesario que los padres se responsabilicen de convertir la higiene bucal en una rutina, en un hábito diario.
A la larga, sólo de esta forma se conseguirá evitar problemas dentales y mantener una buena salud bucodental.
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Por qué es tan importante la higiene dental infantil
Aunque los dientes de leche se reemplacen, si no cuidamos la higiene bucal del niño pueden aparecer caries que provoquen la caída de estos dientes mucho antes de que los dientes definitivos estén listos para salir.
Si esto ocurre pueden originarse huecos que provoquen que las piezas dentales definitivas salgan torcidas o en el lugar inadecuado.
La consecuencia será un aumento del riesgo de futuros problemas bucales y en muchos casos será necesaria una ortodoncia.
Además, empezar con una buen higiene dental ya des de pequeños, también servirá para adquirir un hábito necesario que continuará durante el resto de la vida.
Cuáles son las claves para una buena higiene bucal infantil
La higiene bucal debe empezar antes de la aparición de los primeros dientes.
Antes de que aparezca el primer diente, a los 6-8 meses de edad, conviene limpiar las encías del bebé todos los días con una gasa húmeda o con paños especiales que encontrarás en la farmacia que te ayudarán a realizar la higiene.
Primer diente, primer cepillo
Después de la aparición de los primeros dientes, ya puedes empezar a utilizar un cepillo. No te será difícil encontrar uno adecuado para esta etapa. Debe tener el cabezal muy pequeño y los filamentos muy suaves. Especialmente después de cenar, cepilla los dientes al bebé para que poco a poco se acostumbre. No utilices dentífrico, sólo un poco de agua, ya que el bebé podría tragarlo.
A los dos años, ya puedes utilizar dentífrico
Cuando el niño vaya adquiriendo autonomía es importante dejarle que se cepille los dientes él solo. Y más o menos a los 2 años, ya puedes utilizar un dentífrico.
Te recomendamos que en el cepillo pongas muy poca cantidad, el equivalente a una lenteja más o menos. Es importante utilizar un dentífrico infantil, porque la concentración de flúor será menor.
Aunque el sabor sea parecido al de una golosina, no dejes que el niño se lo trague, para evitar la ingestión de dosis elevadas de flúor.
Es importante que el niño sepa escupir y enjuagarse los restos de pasta de dientes. Si ves que aún no sabe, no pasa nada por seguir cepillando sólo con agua hasta que el niño esté preparado. Ya aprenderá, ¡todos necesitamos nuestro tiempo!
Utiliza un colutorio infantil
A partir de los seis años pueden completar la higiene utilizando un colutorio, diario o semanal.
Deja que te vean cepillándote los dientes, el niño te imitará
No hay mayor lección que el ejemplo. Para motivar e involucrar al niño deja que te vea cepillarte los dientes y querrá imitarte. Poco a poco también para él se convertirá en una rutina.
Y si no quiere cepillarse los dientes…
Al niño le resultará más difícil hacerlo cuando esté cansado y tenga sueño. Intenta anticiparte y hacerlo cuando esté de buen humor.
También puedes incentivarle proponiéndole alguna actividad interesante después del cepillado (un rato de juego, un cuento,… lo que se os ocurra).
Es importante no convertir la higiene dental en algo negativo con riñas y lloros e intentar evitar las situaciones tensas.
Otra opción es utilizar estos pasatiempos descargables tan interesantes que nos proponen desde El rincon de las pequeñas sonrisas.
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Muy buenos Consejos Gracias!!
