Beber refrescos todos los días o de forma habitual es malo para tu salud, más claro el agua, precisamente la única bebida que deberíamos consumir para calmar la sed.
Si eres un incondicional de los refrescos azucarados y bebidas carbonatadas, deberías saber que contienen más azúcar y calorías de las que imaginas.
A continuación, te contamos uno a uno, los riesgos que estas bebidas pueden suponer para tu salud. Quizá ya sabes que engordan o que pueden causar caries, pero ¿sabías que pueden perjudicar hasta tus huesos?
Lo mejor que puedes hacer, es dejar los refrescos para el consumo ocasional y seguir leyendo ;)
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Aumento de peso
Una sola lata de refresco puede llegar a contener unas 5 o 6 cucharadas de azúcar. Puede parecerte una exageración, ya que el gas y el hecho de que la bebamos fría hacen que no notemos tanto este sabor dulce, pero el azúcar ahí está, puedes comprobarlo en la etiqueta.
Por ejemplo, en una lata de tónica, un refresco aparentemente con poco azúcar, encontramos nada más y nada menos que 27,7 gr de azúcar.
Este azúcar no aporta absolutamente ningún nutriente. El cuerpo transforma en energía justo el que necesita y el que le sobra, que es casi todo, lo almacena en forma de grasa. El resultado es que la grasa se va acumulando y se va ganando peso poco a poco.
Mayor riesgo de sufrir diabetes
Cuando comemos o bebemos algo que contiene azúcar nuestro cuerpo empieza a fabricar insulina, necesaria para aprovechar este azúcar y transformarlo en energía.
Una ingesta exagerada de azúcar puede crear en tu cuerpo cierta dificultad a la hora de fabricar la insulina, que podría facilitar que en un futuro tengas diabetes.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) cifra el consumo de azúcar en 50 gr al día, aunque recientemente ha recomendado reducirlo a la mitad, 25 gr de azúcar al día, ¿recuerdas los 27,7 gramos de la lata de tónica?
Descalcificación de huesos
Como ya te indicábamos al principio, el consumo excesivo de refrescos, puede implicar una pérdida de calcio de los huesos.
Muchos refrescos contienen ácido fosfórico en su composición, se utiliza para regular la acidez.
Una ingesta excesiva de fósforo puede suponer un desequilibrio en el metabolismo del calcio, provocando descalcificación ósea.
Si estos es un problema para los adultos, ya te puedes imaginar lo que ocurre con los niños en edad de crecimiento, ¿no?
Y la cafeína...
La cafeína como ya sabes es un estimulante que contienen gran número de refrescos. Actúa sobre el sistema nervioso, haciendo que fabriques más adrenalina. El organismo se pone en estado de alerta y disminuye la sensación de fatiga.
Pero también hace que estemos más nerviosos, aparezcan taquicardias, dificultades para dormir, más acidez e irritación estomacal.
Hay que tener mucho cuidado con los niños y adolescentes, ya son consumidores habituales de refrescos que contienen cafeína y es una costumbre difícil de aparcar.
Los refrescos no calman la sed
Cuanto más azúcar lleva un refresco menos podrá hidratarnos. El hecho de tener que metabolizar todo el azúcar hace que no podamos aprovechar bien el agua que contiene.
Si lo que quieres es hidratarte y quitar la sed, bebe agua, es lo más efectivo. El agua debe ser la bebida principal y más abundante, sobre todo en niños.
Y los refrescos light...
En los refrescos llamados light se reduce la cantidad de azúcar y se añaden edulcorantes artificiales como el aspartamo. Con esto se consigue disminuir el número de calorías de forma significativa.
El hecho de que este tipo de refrescos no contengan azúcar hace que se consuman en más cantidad, parece ser que al no ser "tan malos" puedan consumirse a diario, pero nada más lejos de la realidad, el ácido fosfórico y la cafeína siguen ahí.
Además la cantidad de edulcorantes artificiales que contienen es importante y aunque estos edulcorantes están aprobados para su consumo, existe una cantidad diaria admisible es decir, un límite para que consumo sea seguro.
El margen es elevado, y el riesgo muy pequeño, pero si se beben cantidades exageradas de refrescos todos los días puede ser difícil mantener esa seguridad.
Si sales a tomar algo, hay opciones mucho más saludables que un refresco, agua, zumos naturales o infusiones ¿Te hemos convencido? ¿Podrás reservar los refrescos para ocasiones especiales?
