Una intoxicación alimentaria es tan típica del verano como lo es el calor. Sí, es verdad que la mayoría de veces los síntomas son muy leves y no aparece más que una gastroenteritis con la que pasamos un mal rato. Pero, ¿qué ocurriría si el cuadro se complica?
Por ejemplo, las consecuencias de una salmonelosis en personas mayores o enfermos pueden ser mucho más que graves.
Así que para ahorrarte sustos innecesarios y no amargarte el verano, hoy te contamos en este videoconsejo qué puedes hacer y qué medidas debes tomar para evitar una intoxicación alimentaria.
¿En qué situaciones podemos sufrir una intoxicación alimentaria? Las más habituales se producen cuando tomamos agua o alimentos contaminados por:
-bacterias
-toxinas
-virus
-o parásitos
Y pensarás, ¿cómo es posible que eso ocurra? Muy sencillo, la causa principal suele ser la mala higiene o las malas prácticas al manipular y conservar los alimentos.
Es por eso que hay que tomar algunas precauciones. No es nada del otro mundo, es simple pero hay que tenerlo en cuenta.
Carne, Pescado y Marisco
Antes de manipular cualquier alimento tienes que lavarte siempre las manos, pero también la superficie y los utensilios de trabajo, y especialmente si vas a comerlos crudos.
Igual de importante es que al terminar lo vuelvas a lavar todo otra vez.
Asegúrate de mantener siempre la carne y el pescado siempre refrigerado. No debes romper la cadena de frío. Sobre todo en verano son muy útiles las bolsas térmicas para transportar los alimentos frescos desde la tienda.
Si vas a comer pescado crudo, es imprescindible que lo congeles mínimo durante 24h para evitar una infección por el parásito Anisakis. Si vas a cocinarlo a temperaturas elevadas no es necesario pero no te olvides de hacerlo si te vas a comer unos boquerones en vinagre.
En cuanto al marisco, lo mismo que hemos dicho hasta ahora. Asegúrate de que sea fresco y de no perder la cadena de frío hasta el momento de comerlo o cocinarlo.
Huevos y Lácteos
Ya te hablamos en su día de cómo evitar una intoxicación por Salmonela, pero no está de más que volvamos a recordar algunos aspectos ya que las intoxicaciones relacionadas con el huevo son de las más comunes en verano.
Ten en cuenta que los huevos están en contacto con las heces de las aves, así que lo que te recomendamos es que:
-Los laves justo un momentito antes de utilizarlos (no antes ya que perderían su capa de protección)
-Mejor no cascarlo en el mismo plato donde los vas a batir (ya que la cáscara puede estar sucia y contaminarías el resto del huevo).
-Procura que ningún trozo de cáscara entre en contacto con la yema o la clara.
Si preparas mayonesas o salsas con huevo consérvalas en la nevera hasta justo el momento antes de comerlas. Y como es mejor no arriesgarse, lo que sobre mejor tíralo.
Importantísimo, lávate las manos antes y después de manipular productos con huevo.
Un pequeño inciso sobre los lácteos: asegúrate de mantenerlos siempre refrigerados y no los expongas a las fuentes de calor. Ten en cuenta la fecha de caducidad o consumo recomendado.
Frutas y Verduras
Antes de preparar frutas y verduras frescas lávalas muy bien, sobre todo si vas a comerlas crudas. Aunque estén envasadas lávalas también.
Si antes has estado cortando pescado o carne cruda no utilices los mismos cuchillos ni tabla de corte.
Y para acabar, solo dos precauciones más:
Cuidado con la comida envasada en latas. Generalmente es un método muy seguro de conservación, aunque fíjate en la fecha de caducidad siempre. Observa su aspecto antes de abrirla y deséchala si la lata tiene un aspecto hinchado o deforme.
En cuanto al agua, bebe solo la que tengas certeza que está potabilizada o agua embotellada.
¿No es nada complicado verdad? Solo tienes que seguir estas recomendaciones si quieres evitar una intoxicación alimentaria. Y si te surge alguna duda solo tienes que contactar con nosotros.
¿Has sufrido alguna vez una intoxicación alimentaria? ¿Qué precauciones tomas?
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